En días pasados en San Diego, California, se dio una tragedia que podemos llamar sin nombre donde perdieron la vida varios migrantes.
El jefe de salvavidas de San Diego, California, calificó con las siguientes palabras el terrible acontecimiento ocurrido hace unas semanas, donde perdieron la vida nuestros hermanos migrantes: “Esta es una de las peores tragedias marítimas de las que tengo memoria en la costa de California y, muy particularmente, en San Diego”, declaró consternado el oficial James Gartland, de la división de salvavidas del condado.
La noche del 12 de marzo del año en curso, se recibió por la radio una llamada de auxilio, cuando unos navegantes observaron sobre las aguas a varias personas inmóviles en pleno océano, frente a la playa conocida como “Black Beach”, en San Diego. Se sabe ahora que, en dos precarias embarcaciones, se trasladaban cuando menos 16 hermanas y hermanos migrantes, que intentaban cumplir con el sueño americano. Por desgracia murieron en el intento de mejorar sus vidas.
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Lo repetiré hasta el cansancio, ¿hasta cuándo seguirá ocurriendo esto? ¿Hasta cuándo? Así lo escribí en mi última colaboración.
Descansen en paz, estos héroes y heroínas que sólo buscaban la esperanza de una vida mejor para ellos, para sus hijos y familias. Es un derecho humano buscar la esperanza en cualquier rincón del mundo. La muerte no debe estar presente en la vida y en los sueños de quienes buscar tan sólo el bienestar de sus vidas.
Buena semana siempre
Carlos Mora Álvarez es especialista en comunicación política y asuntos migrantes.