A partir del martes y durante un periodo de tres años, los adultos podrán llevar hasta 2.5 gramos de droga para uso personal
La provincia canadiense de Columbia Británica inició un programa piloto inédito en ese país que despenaliza la posesión de pequeñas cantidades de drogas duras como cocaína y heroína.
A partir de este martes, los adultos pueden poseer hasta 2.5 g de esas drogas, así como metanfetamina, fentanilo y morfina.
El gobierno federal de Canadá concedió la solicitud de la provincia de la costa oeste para realizar el experimento de tres años.
El piloto en Columbia Británica sigue a otro programa en el estado de Oregon, en Estados Unidos, que despenalizó las drogas duras en 2020.
Antes del lanzamiento del experimento canadiense, los funcionarios federales y de Columbia Británica establecieron su alcance en una exención aprobada a la Ley de Sustancias y Drogas Controladas.
Si bien las drogas duras seguirán siendo ilegales, los adultos que se encuentren en posesión de un total combinado de menos de 2.5 g no serán arrestados o acusados y no se incautará las sustancias en su poder. En cambio, se les ofrecerá información sobre los servicios sociales y de salud disponibles.
La ministra federal de salud mental y adicciones, Carolyn Bennett, calificó la medida como “un cambio monumental en la política de drogas que favorece el fomento de relaciones de confianza y apoyo en los servicios sociales y de salud en lugar de una mayor criminalización”.
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Cerca de 10 mil personas murieron por sobredosis de drogas en Columbia Británica desde que esta provincia declaró esas sustancias una emergencia de salud pública en 2016, según fuentes oficiales.
La región, cuya ciudad más grande es Vancouver, es la primera provincia canadiense en experimentar esta excepción, aplicada hasta ahora solo en Oregón (Estados Unidos) y en Portugal. Entre las drogas que destancan en la despenalización son la heroína y el fentanilo..
“La situación nunca ha sido más urgente”, sostuvo Carolyn Bennett, Ministra de Salud Mental y Adicciones de Canadá, en una conferencia de prensa en la víspera de la entrada en vigor de la nueva normativa. “Los efectos de esta crisis de salud pública han devastado comunidades en la Columbia Británica y en todo Canadá”, agregó.
En mayo pasado, al anunciarse el desarrollo de esta medida, la jerarca había precisado que el proyecto podría aplicarse en otras provincias. Columbia Británica, epicentro de esta crisis en Canadá, ha registrado más de 10 mil muertes por sobredosis desde que declaró el estado de emergencia sanitaria en 2016. Eso supone el deceso de seis personas al día.
Y durante la primera ola de la pandemia de covid-19, en mayo de 2020, el número de muertes relacionadas con sobredosis en la Columbia Británica superó al número de muertos por el coronavirus, sumiendo a la provincia en una doble crisis de salud.
Canadá ha invertido más de 800 millones de dólares canadienses (unos 597 millones de dólares) desde 2017 para responder a la crisis de los opiáceos, que ha sido en gran parte responsable del estancamiento de la esperanza de vida en los últimos años.
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CAB