Un estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), apoyado por la Secretaría de Salud (Ssa), señaló que en nuestro país, siete de cada diez hogares son violentos con los niños.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Infancia en México 2015, en 53% de los hogares se ejerce agresión sicológica; en 44%, sicológica y física, y en 6% castigos severos.
De la investigación presentada ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado, se destaca que sólo en 31% de los hogares la educación de los menores de edad de entre uno y 14 años se realiza sin ejercer ningún tipo de violencia, y ahí destaca la clase media.
Además, se reporta que los niños sufren más castigos físicos severos en comparación con las niñas, y que la zona centro del país es la más violenta con los pequeños.
El director de Salud Reproductiva del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Tonatiuh Barrientos Gutiérrez, encargado de hacer la presentación oficial de la encuesta ante los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, dijo que “este es un nivel de agresión física que no es de ninguna manera deseable y esto tiene que invitar a la reflexión muy clara acerca de la enorme necesidad que hay en el país de generar opciones de mayor conocimiento y de mayor acceso a herramientas y de mayores capacidades de las madres y los padres para poder realizar una crianza no violenta para los niños.
La encuesta señala que del 6% de los menores de edad que sufren castigo severo físico, la sufren más los hombres que las mujeres; el mayor nivel de maltrato severo se registra en la zona centro del país, con un 7.8% de hogares violentos y se da más en las zonas rurales que las urbanas.
Por rango de edades, los menores más maltratados son los que tienen entre cinco y nueve años, al alcanzar un porcentaje de 7.2% de hogares violentos, seguidos por los que tienen de diez a 14 años, con 6.5 por ciento.
Respecto a la preparación académica de los padres de familia que ejercen violencia severa sobre sus hijos, quienes sólo tienen primaria, tienen el primer lugar con 7.3%, seguidos de quienes tienen secundaria, con 6% y quienes tienen educación superior, con 5.4% de hogares agresivos.
La encuesta refleja que los hogares más pobres son más severos en los castigos.
Sin embargo, muestra que la violencia como método de disciplina hacia los hijos es practicada más por los hogares más ricos y con el mayor nivel de educación escolar y es más ejercida sobre mujeres.
La Unicef prendió sus alertas porque en México las familias con más dinero comenzaron a dejar de vacunar a sus hijos, a pesar de contar con los medios para hacerlo. En contraste, felicitó a México por aumentar la lactancia materna de 14 a 31% y disminuir la obesidad infantil de 9.7 a 5.2% en sólo dos años.
Tonatiuh Barrientos Gutiérrez, explicó que en promedio, el 5.7% de los hogares con menores de edad de entre 24 y 35 meses de nacidos, no tienen una sola vacuna; para el caso de las zonas urbanas, esto ocurre en el 6.4% de los hogares, frente al 3.1% de los hogares de las zonas rurales; además, en el 8.1% de los hogares con el mayor nivel de riqueza.
Esto ocurre también en el 8.6% de los hogares con el menor nivel de ingresos o más pobres, pero de acuerdo con el director de Salud Reproductiva del Instituto Nacional de Salud Pública , esto tiene una explicación lógica en el hecho de que estas familias tienen problemas de accesibilidad a los servicios médicos, pero en el caso de las familias más ricas, no se explica.
Con información de Excélsior