La Comisión de Salud indicó que ahora ya no considera al Covid-19 como una neumonía, sino como una enfermedad “contagiosa” menos peligrosa
China abrogará el 8 de enero la cuarentena obligatoria para todos aquellos que viajen al país, anunciaron este lunes las autoridades sanitarias, una medida que se suma al levantamiento a principios de diciembre de la mayoría de restricciones anticovid.
A partir del mes que viene, solo se exigirá un test negativo reciente a todos aquellos que quieran acceder al territorio chino, indicó en un comunicado la Comisión de Salud, que tiene funciones parecidas a las de un ministerio.
Cabe destacar que China es la única gran potencia que sigue exigiendo una cuarentena a los que viajan a su territorio, lo que penaliza su sector turístico.
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Este confinamiento dura actualmente cinco días, seguidos de tres días de observación a domicilio.
La Comisión de Salud indicó que ahora ya no considera al Covid-19 como una neumonía, sino como una enfermedad “contagiosa” menos peligrosa.
El organismo notificó además que se retirarán los límites al tráfico aéreo internacional en China, que durante dos años se ha restringido a menos del 5 por ciento del que había antes de la pandemia.
La escasez de vuelos ha causado estos años un aumento del precio de los billetes de los pocos vuelos disponibles hasta los miles de euros por unidad en algunos momentos de los últimos meses, provocando protestas de los viajeros.
Además, la Comisión señaló que se “optimizarán las gestiones” para facilitar visados a ciudadanos extranjeros que quieran visitar China por razones entre las que no se menciona específicamente el turismo pero sí “negocios”, “estudios” o “visitas familiares”, tras más de dos años en los que la concesión de permisos de viaje a China se ha visto limitada.
Asimismo, el Gobierno chino había limitado en los últimos meses el otorgamiento de nuevos pasaportes a ciudadanos chinos para viajes no considerados “esenciales”.
Las autoridades chinas ya habían reducido a la mitad la duración de la cuarentena obligatoria para los recién llegados al país, pasando de 21 días a 10 días.
No obstante, las fronteras de China están prácticamente cerradas desde el inicio de la pandemia, en enero de 2020, cuando redujo de manera drástica la concesión de visados turísticos y las conexiones aéreas con otros países.
Cambio de medidas
Bajo la nueva clasificación del COVID-19, las autoridades no realizarán un seguimiento de los contagiados ni de sus contactos cercanos ni fijarán zonas de alto o bajo riesgo según el número de infecciones, prácticas que han sido comunes durante la vigencia de la directriz de cero COVID, informó el organismo.
En noviembre, China había anunciado una reducción de las cuarentenas obligatorias a la llegada al país hasta los cinco días de aislamiento en un hotel designado más otros tres en el domicilio, una rebaja considerable desde los 21 o incluso 28 días que llegaron a requerir numerosas ciudades en algunos periodos de 2022.
Desde que el país relajó hace unas semanas su política de cero covid y el coronavirus se propagó entre la población, numerosas voces habían cuestionado la utilidad de las cuarentenas para viajeros internacionales.
El Gobierno chino aseguró a principios de este mes que se daban las “condiciones” para que el país ajustara sus medidas ante una “nueva situación” en la que el virus provoca menos muertes.
La prensa oficial comenzó igualmente hace unas semanas a minimizar el riesgo de la variante ómicron a través de numerosos artículos y entrevistas a expertos, un giro de argumento que acompañó a la relajación de algunas de las restricciones más severas.
Los cambios llegaron después de que el hartazgo ante las restricciones se cristalizara en protestas en diversas partes del país tras la muerte de diez personas en un edificio aparentemente confinado en Urumqi (noroeste), con consignas como “no quiero PCR, quiero comer” o “devuélvanme mi libertad”.
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CAB