La primera sala debatirá un proyecto de sentencia respecto a un amparo en Chocholá, Yucatán, donde se quejaron de estos símbolos religiosos en espacios públicos
La Arquidiócesis Primada de México exhortó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a no sentar un precedente negativo en el país que termine por prohibir la instalación de los tradicionales Nacimientos o Belem en espacios públicos por parte de las autoridades.
Esto luego de que se dio a conocer que en los próximos días, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), debatirá un proyecto de sentencia respecto a un amparo en revisión, del municipio de Chocholá en Yucatán.
El llamado de la Iglesia católica fue emitido este domingo de manera específica a los integrantes de la primera sala del alto tribunal, quienes en los próximos días discutirán y resolverán un proyecto de sentencia que prevé otorgar el amparo a un ciudadano del municipio de Chocholá, Yucatán, quien argumentó sentirse ofendido y discriminado por las autoridades locales luego de que decidieron colocar un nacimiento en el edificio de ese ayuntamiento.
Desde el editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis destacó que la resolución de los ministros en este caso es trascendente para todos los mexicanos ya que ” sentaría un precedente judicial sobre la libertad religiosa en México”.
Desde el punto de vista católico, el precedente sería en sentido negativo en virtud de que la propuesta de resolución “resuelve que el amparo es procedente y por lo tanto el ayuntamiento de Chocholá debe abstenerse de volver a colocar en espacios públicos signos que hagan alusión a una convicción religiosa; abstenerse de usar recursos públicos para la colocación de símbolos religiosos, y reparar el daño, que en este caso consiste en promover la pluralidad ideológica en el municipio” se lee en el editorial.
Para el clero católico, si el proyecto es respaldado, el ayuntamiento en Chocholá no podría colocar más el acostumbrado Nacimiento navideño, “tampoco podría adornar las calles del municipio (al ser espacios públicos) con motivo religioso alguno, ya sea Navidad, Día de muertos o Semana Santa, pues todos son símbolos religiosos”.
A partir de esta interpretación, la arquidiócesis estima que existe una contradicción en la propuesta de sentencia debido a que por un lado prohíbe al ayuntamiento que coloque símbolos religiosos y por el otro, se le ordena que fomente la pluralidad ideológica.
En este contexto, la iglesia católica manifestó su preocupación de que al aprobarse una sentencia descrita, el precedente se traduciría en que cualquier persona que se sienta agraviada por los adornos tradicionales y culturales “termine retirándolos y prohibiéndolos por orden judicial en cualquier ciudad o población del país”.
Además, de que se respaldaría una laicidad negativa porque se evitaría que las religiones sean públicas así como sus manifestaciones.de fe.
La Arquidiócesis argumentó en su llamado a la primera sala de la Corte que incluso muchas autoridades felicitan a sus ciudadanos dependiendo de la composición social de la comunidad y sus tradiciones, lo cual no implica ninguna ofensa o discriminación hacia nadie.
Existen diversos casos en nuestro país en los cuales los gobiernos municipales o estatales felicitan a sus ciudadanos, dependiendo de la composición social de sus demarcaciones; a los cristianos en las festividades cristianas, a los judíos en las propias, a los musulmanes igualmente, y para ello pueden colocar anuncios con la felicitación, adornos en las calles para alguna festividad especial, etc.
Esto con la finalidad de participar del ambiente festivo de los ciudadanos, sin imponer a alguien la obligación de creer en la festividad específica, pues la facultad de Creer, viene de los más íntimo de la persona, no puede ser impuesto por los símbolos ni las fiestas” enfatizó la postura de la iglesia.
Para finalizar, puntualizaron que según el ministro Alcántara Carrancá, los símbolos cristianos son agresivo para quienes no profesan esa fe, otras demostraciones degradantes de la naturaleza humana pueden ser exhibidas en las calles sin mayores consecuencias, “ese es el absurdo al que nos enfrentamos, el uso de la ley para degradar al cristianismo y, en el fondo, reprimir la libertad religiosa y de pensamiento que empujan a la fe a nueva época de las catacumbas”.
Un cristiano convencido no se convencerá de cambiar de fe por ver una figura de Buda en algún lugar público, así como un budista no se convencerá de cambiar de fe por ver una Cruz en una plaza. Y en cambio, permitir la convivencia de esa pluralidad de creencias de manera pública, nos ayudará como sociedad a ser tolerantes y respetuosos” remató la iglesia católica.
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CAB