El galardón fue atribuido al activista bielorruso encarcelado Ales Bialiatski, a la oenegé rusa Memorial y al Centro por las Libertades Civiles de Ucrania
El activista bielorruso encarcelado Ales Byalyatski, el grupo de derechos ruso Memorial y el Centro de Libertades Civiles de Ucrania ganaron el viernes el Premio Nobel de la Paz 2022, destacando la importancia de la sociedad civil para la paz y la democracia.
El comité quiso distinguir a “tres destacados defensores de los derechos humanos, la democracia y la coexistencia pacífica en los países vecinos de Bielorrusia, Rusia y Ucrania”, dijo Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Noruego del Nobel.
El premio, el primero desde la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero, tiene ecos de la era de la Guerra Fría, cuando destacados disidentes soviéticos como Andrei Sakharov y Alexander Solzhenitsyn ganaron premios Nobel de paz o literatura.
“El Comité Noruego del Nobel desea honrar a tres destacados campeones de los derechos humanos, la democracia y la coexistencia pacífica en los países vecinos, Bielorrusia, Rusia y Ucrania“, dijo la presidenta del comité, Berit Reiss-Andersen.
“No es una persona, una organización, una solución rápida”, dijo a Reuters. “Son los esfuerzos unidos de lo que llamamos sociedad civil los que pueden hacer frente a los estados autoritarios y, o, los abusos de los derechos humanos”.
Pidió a Bielorrusia que libere a Byalyatski de prisión y dijo que el premio no estaba dirigido contra Putin.
En julio del año pasado, la policía de seguridad de Bielorrusia allanó oficinas y casas de abogados y activistas de derechos humanos, deteniendo a Byalyatski y otros en una nueva campaña contra los opositores de Lukashenko.
Las autoridades habían tomado medidas para cerrar los medios de comunicación no estatales y los grupos de derechos humanos después de las protestas masivas de agosto anterior contra unas elecciones presidenciales que, según la oposición, estaban amañadas.
“El Comité (del Nobel) está enviando un mensaje de que las libertades políticas, los derechos humanos y la sociedad civil activa son parte de la paz”, dijo a Reuters Dan Smith, director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.
El premio levantará la moral de Byalyatski y fortalecerá la mano del Centro para las Libertades Civiles, una organización ucraniana independiente de derechos humanos, que también se enfoca en combatir la corrupción, dijo.
“Aunque el Memorial ha sido cerrado en Rusia, sigue vivo como una idea de que es correcto criticar el poder y que los hechos y la historia importan”, agregó Smith.
Preguntada por si el Comité del Nobel estaba enviando un mensaje intencionado a Putin en el día de su cumpleaños 70, Reiss-Andersen dijo que “siempre damos un premio por algo y a alguien, no contra nadie”.
“Este galardón no se enfoca en el presidente Putin, ni por su cumpleaños ni en ningún otro sentido, excepto porque su gobierno, como el de Bielorrusia, representa un gobierno autoritario que reprime a los activistas por los derechos humanos”, agregó.
Por su parte, el Centro por las Libertades Civiles se creó en 2007 para promover los derechos humanos y la democracia en Ucrania durante un periodo de agitación en el país.
“El Centro ha adoptado una postura de refuerzo de la sociedad civil ucraniana y para presionar a las autoridades para que Ucrania sea una democracia de pleno derecho, para que conviertan a Ucrania en un Estado de derecho”, afirmó Reiss-Andersen.
Tras la invasión rusa del país en febrero, el grupo ha documentado los crímenes de guerra de las tropas de Moscú contra los civiles ucranianos. “Está desempeñando un papel pionero con vistas a que los culpables rindan cuentas por sus crímenes”, dijo Reiss-Andersen.
El galardón es importante para el colectivo porque “durante muchos años trabajamos en un país que era invisible”, manifestó un representante del Centro, Volodymyr Yavorskyi.
“Esto es una sorpresa para nosotros”, dijo a la AP. “Pero la actividad de los derechos humanos es la principal arma contra la guerra”.
El premio sigue la tradición de destacar la labor de grupos y activistas que trabajan para prevenir los conflictos, aliviar las dificultades y salvaguardar los derechos humanos.
El Premio Nobel de la Paz, valorado en 10 millones de coronas suecas, o unos 900.000 dólares, se entregará en Oslo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del industrial sueco Alfred Nobel, quien fundó los premios en su testamento de 1895.
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CAB