Hace unas horas se filtraron unos audios que relacionan a Plácido Domingo con esta ‘escuela de yoga’, la cual recientemente fue desarticulada
El cantante Placido Domingo fue vinculado con la secta de Villa Crespo, que funcionaba bajo la fachada de un estudio de yoga en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
La posible relación del tenor español con Juan Percowicz, de 84 años y líder de la Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA), resaltó este miércoles luego de que se filtraron algunos audios que apuntan a que Domingo habría sido uno de los clientes de la organización.
En los audios, citados por medios argentinos, se escucha que el reconocido músico pacta un encuentro sexual con una mujer apodada “Mendy”.
“Plácido dijo que podía venir a visitarnos. Es decir, que va a venir a visitarme. Porque él va a casa en New York y lo recordó ayer”, se escucha decir a “Mendy” en una charla con Percowicz.
“Tendré que sacrificarme una vez más, tengo mucha vocación de servicio”, agrega la mujer.
No es la primera vez que el tenor se ve en una polémica. En 2019, la agencia AP reveló acusaciones de acoso en su contra. El Sindicato de Aristas Musicales de EE.UU. (AGMA, por sus siglas en inglés) realizó una investigación independiente por “acoso sexual y discriminación”, que terminó confirmando las acusaciones contra el tenor español. Él ofreció disculpas a todas las mujeres afectadas.
En otro de los audios, se escucha la misma voz femenina, pero esta vez en diálogo con Placido Domingo. Luego de pactar el encuentro, el tenor le da indicaciones de cómo van a llegar al lugar y le dice el número de cuarto en el que se debían encontrar.
“Cuando salgamos de la cena venimos separados, lo hacemos así porque mis agentes se van a subir a la habitación cuando yo suba y se van a quedar en el mismo piso”, se escucha decir al cantante.
Centro de yoga y secta de explotación sexual
De acuerdo con investigaciones oficiales, Juan Percowicz fundó la Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA) en el barrio de Villa Crespo desde hace más de 30 años. La organización se ubica en un edificio de 10 pisos del que los vecinos comentan que ahí siempre sucedieron “cosas raras”.
El pasado viernes, la Justicia argentina detuvo a 24 integrantes de la escuela, entre ellos a su fundador: Percowicz.
El grupo está acusado de integrar una secta dedicada a reclutar y someter a cientos de personas. Las víctimas, que acudían deseosas de alcanzar “el desarrollo de la felicidad”, terminaban esquilmadas de sus bienes, sometidas a la servidumbre y hasta prostituidas.
Un juez rechazó el martes los pedidos de excarcelación formulados por los 19 imputados en la causa relacionada a la organización y ordenó el embargo preventivo de 37 inmuebles y 13 automóviles.
El Clarín reporta que en la década de los 90, la Escuela de Yoga estuvo en el ojo de la tormenta por una investigación judicial que indagó en el funcionamiento de la secta.
“Lejos de abandonar el camino, la Escuela de Yoga siguió adelante y montó una estructura enorme, que facturaba cerca de 500 mil dólares mensuales entre todos los negocios y le significó una vida de lujos millonarios a sus cabecillas”.
Ahora, fue el testimonio de Pablo Salum, quien puso a la secta de nuevo en la mira judicial.
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Salum, ahora de 44 años, tenía 14 cuando denunció por primera vez las aberraciones que se escondían detrás de la organización. Como es común en la actividad de las sectas: se trata de construir y acumular poder, y de hacer dinero, mucho dinero.
Ese dinero captado por medios abyectos era canalizado hacia el circuito legal, por ejemplo, a través de fundaciones locales y creadas en el extranjero.
Salum explicó que él logró escapar a los 13 años de aquel lugar, sin embargo, su familia permaneció.
En diálogo con La Nación, contó que tenía ocho años cuando su madre, por un problema de salud, se acercó lo que en ese entonces era una escuela de filosofía, de yoga, de cultura New Age.
“Le prometían sanarse; la ciencia no le encontraba respuesta a los problemas de mi mamá”, dijo y recordó que que fue el primer niño en ingresar. En la primera reunión eran cinco personas.
El grupo fue creciendo rápido –sigue–. Sumaban a la familia porque decían que todos tenían energía negativa, que había que seguir al líder para limpiarse. Porque si no te podías enfermar, pasarla mal, morir”.
Sobre los audios de Domingo, Salum en su Twitter señaló que él ya había denunciado su participación, pero nadie le creyó.
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CAB