La melioidosis provoca fiebre, dolor articular y cefaleas, así como neumonía, formación de abscesos e infecciones sanguíneas
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) encontraron por primera vez en el país una bacteria que causa la enfermedad rara y grave llamada melioidosis.
La bacteria Burkholderia pseudomallei o B. pseudomallei, que no es endémica de EU, se identificó en la costa del Golfo de Mississippi y los CDC descubrieron que las condiciones ambientales de la zona son propicias para su crecimiento, por lo que alteraron los médicos de todo el país.
Ante este descubrimiento, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos emitieron una alerta sanitaria.
No obstante, dada la cantidad muy pequeña de casos de melioidosis identificados en EU, la agencia nacional de salud pública cree que el riesgo sigue siendo muy bajo.
No está claro cuánto tiempo ha estado la bacteria en el medio ambiente y dónde más podría encontrarse. Sin embargo, los CDC concluyeron que han estado presentes en el área desde al menos 2020.
En promedio, se diagnostican 12 casos al año de melioidosis en Estados Unidos. La mayoría ha ocurrido en personas que viajaron recientemente a un país donde esta bacteria es endémica, aunque también se han relacionado con productos comerciales contaminados importados.
Entre sus síntomas se encuentran fiebre, dolor en las articulaciones y dolores de cabeza. Puede causar neumonía, formación de abscesos o infecciones de la sangre. En todo el mundo, puede llegar a ser fatal en 10 a 50% de los casos.
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Históricamente, la bacteria se ha encontrado en áreas tropicales y subtropicales como el sur y sureste de Asia, el norte de Australia y partes de América Central y del Sur y Puerto Rico.
Sin embargo, el diagnóstico positivo de dos personas que vivían muy cerca de la región con dos años de diferencia, llevó a los CDC a tomar las muestras en el suelo y el agua de los charcos.
Ante esto, los CDC recomendaron que las personas que padezcan diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar crónica o consumo excesivo de alcohol, deben evitar el contacto con la tierra o el agua fangosa, especialmente después de fuertes lluvias, y proteja las heridas abiertas con apósitos impermeables.
Asimismo, usar botas impermeables y guantes cuando trabaje en el jardín, en el jardín o en trabajos agrícolas, lo que puede prevenir infecciones en los pies y la parte inferior de las piernas, especialmente después de inundaciones o tormentas.
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CAB