En 2020, Rusia perdió su monopolio en el lanzamiento al espacio con sus viejos pero confiables lanzadores y naves espaciales Soyuz tras la llegada a escena del multimillonario de SpaceX
Rusia se retirará del proyecto de la Estación Espacial Internacional (EEI) después de 2024 y se centrará en construir su propio puesto en órbita, dijo el martes el nuevo jefe espacial del país.
Yuri Borisov, designado a principios de este mes jefe de la agencia espacial Roscosmos, hizo el anuncio durante una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Cumpliremos sin duda todas nuestras obligaciones con respecto a nuestros socios”, declaró Borissov, durante una reunión televisada con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Pero se tomó la decisión de dejar esta estación después de 2024, precisó el científico.
Creo que para entonces comenzaremos a crear la estación orbital rusa, que será la principal prioridad del programa espacial nacional”, prosiguió Borissov.
Borisov afirmó que Rusia cumplirá sus obligaciones con demás socios de la EEI antes de retirarse del proyecto. “La decisión de abandonar la estación después de 2024 está tomada”, aseguró Borisov.
Nombrado jefe de Roscosmos a mediados de julio, Yuri Borissov sustituyó a Dmitri Rogozin, conocido por su estilo áspero y su desmedido nacionalismo.
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Hasta este nombramiento, Borissov, de 65 años, ocupaba la cartera de viceprimer ministro a cargo del complejo militar-industrial ruso, que también incluye el sector espacial.
El campo espacial se encuentra en una situación difícil, y creo que mi tarea principal (…) no es bajar el listón, sino subirlo, sobre todo proporcionando los servicios espaciales necesarios para la economía rusa”, declaró Borissov ante Putin. Citó sobre todo la navegación, la comunicación y la transmisión de datos.
Funcionarios espaciales rusos ya habían declarado anteriormente la intención de Moscú de abandonar el puesto espacial después de 2024 y Borisov la confirmó en medio de crecientes tensiones entre Rusia y Occidente por la invasión rusa de Ucrania.
A pesar de las desavenencias de sus gobiernos, la NASA y Roscosmos acordaron a principios de mes que los astronautas occidentales continuaran viajando en cohetes rusos a la estación espacial y para que los cosmonautas rusos viajaran en naves de SpaceX a partir de este otoño.
El acuerdo asegura que la estación orbital tendrá siempre al menos un estadounidense y un ruso a bordo para que ambos lados del puesto orbital funcionen sin problemas, según la NASA y funcionarios rusos.
El intercambio llevaba mucho tiempo preparándose y se concretó a pesar de las fricciones sobre Ucrania, dando una señal de aparente cooperación espacial entre Rusia y Estados Unidos.
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CAB