El jefe del Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia, fue capturado el pasado 23 de octubre en una operación policial
El Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia, empezó este jueves un “paro armado” en varios departamentos del país por la extradición del que fuera su máximo líder, Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, a Estados Unidos.
En varios panfletos difundidos en diferentes regiones del país, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), como también se conoce a este grupo, anunciaron que el paro armado durará cuatro días y que quienes no “acaten la orden” serán “dados de baja”.
En los llamados paros armados, los grupos criminales suelen restringir el desplazamiento de vehículos por carreteras y la movilidad de las personas, amenazando con ataques a quienes transiten por las vías, incluso si van en caravanas escoltadas por el ejército.
Las primeras acciones violentas del paro armado se produjeron en los departamentos del Cesar y de Sucre, donde se han registrado quemas de autobuses, aunque la mayor tensión se vive en Antioquia, donde Otoniel ejercía su poder con más autoridad.
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Otoniel, esposado y vestido con ropa deportiva de color gris, fue entregado el miércoles por la policía colombiana en la base militar de Catam, anexa al aeropuerto internacional El Dorado, a agentes de Estados Unidos y de la Interpol, que lo recibieron a bordo de un avión de ese país.
Ante el anuncio del Clan del Golfo, las fuerzas militares y la policía nacional desplegaron “un dispositivo especial de seguridad” en las principales carreteras de los departamentos de Antioquia, Córdoba y Bolívar, así como en los cascos urbanos y las áreas rurales de los municipios.
El objetivo es “mantener la movilidad y seguridad de quienes se desplazan por estar áreas” ante las amenazas del Clan del Golfo, detalló el Ejército.
“Los comandantes territoriales con responsabilidad en la jurisdicción ya se desplazaron a los sitios donde se han presentado novedades, con el fin de dirigir de manera personal las operaciones. Las capacidades de inteligencia de la fuerza pública está trabajando de manera articulada para anticipar cualquier posible acción que se pueda presentar en las áreas de injerencia del Clan del Golfo“, agregó la información.
Extradición
El jefe del Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia, fue capturado el pasado 23 de octubre en una operación policial y militar en la región de Urabá, en el departamento de Antioquia (noroeste), y desde entonces permanecía en una celda de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) de la Policía colombiana, en Bogotá.
El traslado de la sede de la Dijin a la base militar de Catam, anexa al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá, tuvo características de espectáculo cinematográfico, con una caravana de tanquetas flanqueadas por decenas de policías en motocicleta.
Al bajar de una tanqueta en la pista aérea, se vio a un Otoniel esposado y encadenado de pies y manos, con chaleco y casco blindados, custodiado por decenas de agentes.
Al momento de su detención, Otoniel, de 50 años de edad, tenía 128 órdenes de captura en Colombia por delitos como narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad, entre otros, así como siete sentencias condenatorias.
Colombia extraditó el miércoles a Estados Unidos al acusado narcotraficante y máximo líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, informó el presidente Iván Duque, la entrega más importante en la historia reciente del país que pone fin a una larga disputa judicial.
El acusado narcotraficante fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad desde un cuartel de la Policía Nacional en donde permanecía detenido hasta un hangar del aeropuerto El Dorado de Bogotá en donde fue entregado a funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, dijeron fuentes de seguridad.
La extradición es una de las principales herramientas con que cuenta Colombia para combatir el narcotráfico y la más temida por los traficantes de drogas.
Úsuga, de 50 años, fue capturado por las Fuerzas Armadas de Colombia a finales de octubre pasado durante una operación en una zona rural de la región del Urabá, en el departamento de Antioquia, que involucró a más de 500 miembros de las Fuerzas Especiales y 22 helicópteros, poniendo fin a una persecución de siete años.
“Otoniel” traficaba entre 180 toneladas y 200 toneladas de cocaína al año con el Clan del Golfo, y es responsable de la muerte de más de 200 miembros de las fuerzas de seguridad de Colombia, según las autoridades del país sudamericano.
Úsuga es requerido por la justicia estadounidense por delitos de tráfico de narcóticos, concierto para delinquir y porte ilegal de armas, según la solicitud presentada por Washington ante el Gobierno de Colombia. Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por información que permitiera su ubicación y captura.
Los abogados de Úsuga buscaban impedir su extradición con el argumento de que debería ser admitido en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en donde estaba dispuesto a confesar su responsabilidad en el conflicto interno de casi seis décadas que ha dejado 260,000 muertos y a revelar nexos de algunos efectivos de las Fuerzas Militares con grupos armados ilegales.
A pesar de décadas de lucha contra el narcotráfico, Colombia sigue siendo uno de los principales productores mundiales de cocaína y enfrenta la presión de Estados Unidos para reducir los cultivos de hoja de coca y la producción de la droga, que financia a los grupos armados ilegales en medio de un prolongado conflicto interno.
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CAB