La exposición “Aztecas: el pueblo que movió al sol” agotó todas las entradas del mes un día después de que se inaugurara en el Museo Nacional de Corea
La exposición “Aztecas: el pueblo que movió al sol” agotó las entradas previstas para todo el mes, en el día de su apertura en el Museo Nacional de Corea, en Seúl.
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, dijo que este dato refleja el creciente interés y aprecio que las culturas originarias de México generan más allá de nuestras fronteras.
La exposición de ‘Aztecas: el pueblo que movió al sol’ se ha vuelto una gran embajadora de México en otras latitudes; no hay que olvidar que estuvo en Alemania, Austria, Países Bajos y ahora llega al recinto cultural y artístico más importante de la República de Corea del Sur, para terminar su recorrido internacional.
Esta exposición de primer orden, indicó Frausto Guerrero, es la joya de las conmemoraciones por el 60 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Corea, hecho que reviste un significado muy especial para la sociedad coreana, dado que se considera que se cierra un ciclo de vida y el inicio de uno nuevo.
Estas exhibiciones, además ponen en valor la importancia de las piezas como símbolo de identidad de los pueblos, como elementos valiosos para el estudio de las civilizaciones ancestrales.
“Aztecas: el pueblo que movió al sol” presenta más de 200 objetos arqueológicos y dos reproducciones, pertenecientes en su mayoría a las colecciones del Museo Nacional de Antropología, el Museo del Templo Mayor y el Proyecto Templo Mayor.
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La exhibición ofrece un acercamiento a la historia, la vida cotidiana, la ritualidad, los logros culturales y el legado del pueblo venido de la mítica ciudad de Aztlán, contribuyendo también a esclarecer muchos estereotipos que existen en torno a prácticas como el sacrificio humano en las sociedades mesoamericanas.
La mayoría de las piezas proceden de las excavaciones arqueológicas realizadas por el Proyecto Templo Mayor y el Programa de Arqueología Urbana; de manera que se trata de los más recientes hallazgos registrados por el INAH en los vestigios de la capital tenochca.
Entre las piezas destacan máscaras-cráneo, esculturas en barro de gran formato como la que representa al dios de la muerte, Mictlantecuhtli; finas láminas de oro que simbolizan a la divinidad lunar Coyolxauhqui; caracoles cortados y esgrafiados, cuchillos bifaciales de gran tamaño, copas policromadas, una escultura de atado de años y un cofre de piedra para ofrenda (tepetlacalli), entre otros inestimables objetos, que podrán ser apreciados en el Museo Nacional de Corea hasta el 28 de agosto.
“Aztecas: el pueblo que movió al sol” es organizado por la Secretaría de Cultura federal, a través del INAH, en colaboración con el Museo Linden de Stuttgart, Alemania, y en cooperación con el Museo Etnográfico de Viena, Austria; con la curaduría de Doris Kurella, del Museo de Linden, y la asesoría científica de los arqueólogos mexicanos Leonardo López Luján, Raúl Barrera Rodríguez y Eduardo Matos Moctezuma.
La exhibición no hubiera sido posible sin el trabajo entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Museo Linden de Stuttgart, Alemania, y el Museo Etnográfico de Viena, Austria.
Fue curada por Doris Kurella, del Museo de Linden, y los arqueólogos mexicanos Leonardo López Luján, Raúl Barrera Rodríguez y Eduardo Matos Moctezuma fueron los asesores.
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CAB