Los franceses votaron este domingo para elegir presidente, con el mandatario saliente, el centrista Emmanuel Macron, y la ultraderechista Marine Le Pen como favoritos
Los colegios electorales de Francia abrieron sus puertas a las 8 de la mañana del domingo para la celebración de la primera ronda de las elecciones presidenciales.
La mayor parte de los colegios cerrarán a las 19.00 horas, a excepción de las grandes ciudades como París, Marsella, Burdeos, Nantes, Toulouse o Niza cuyo cierre se retrasa hasta las 20.00 horas.
La elección, que fijará el rumbo de Francia hasta 2027, se seguirá de cerca también a nivel internacional, máxime cuando los últimos sondeos del viernes dan el pase al balotaje del 24 de abril a Macron y a Le Pen. La candidata ultraderechista tiene además opciones de ganar.
La votación comenzó el sábado en los territorios franceses de ultramar en América y el Pacífico Sur, concretamente en San Pedro y Miquelón, al este de Canadá, la Guayana Francesa, Martinica y la Polinesia Francesa.
La primera vuelta de los comicios presidenciales enfrenta al actual inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron, con una terna de más de una decena de candidatos.
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En este grupo sobresalen tres aspirantes a la derecha del espectro político –Marine Le Pen (Agrupación Nacional), Éric Zemmour (Reconquista) y Valérie Pecresse (Los Republicanos)- y, en menor medida, un izquierdista –Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa)-.
Los sondeos sitúan al actual presidente como favorito, pero el sistema electoral francés no permite dar nada por sentado. Salvo sorpresas, Macron se impondrá en la primera vuelta, ya que tiene una intención de voto consolidada por encima incluso del 25 por ciento, pero queda por saber quién le acompañará en las boletas dos semanas más tarde, el 24 de abril.
Le Pen, que ya logró el ansiado cara a cara con Macron en los comicios de 2017, es ‘a priori’ la candidata mejor posicionada.
El inicio de la guerra impulsó al candidato de La República en Marcha (LREM) que jugó la baza de la mediación entre Kiev y Moscú y de la estabilidad de un presidente europeista que atravesó varias crisis: protestas sociales, pandemia y ahora los efectos de la ofensiva rusa en Ucrania.
Su rival de la Agrupación Nacional (RN) apostó por presentarse como la defensora del poder adquisitivo y de las clases populares, frente a un Macron «presidente de los ricos», pero su programa internacional hace temer cambios en las alianzas internacionales de Francia si es elegida.
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Le Pen propone entre otros abandonar el comando integrado de la OTAN, el órgano de la Alianza Atlántica que fija la estrategia militar. Su elección podría asestar además un nuevo revés a la Unión Europea (UE), tras la reelección del primer ministro húngaro, Viktor Orban.
De los diez candidatos restantes, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que aboga por salir de la OTAN y una Francia «no alineada», es el único con opciones de impedir que alguno de los dos consiga su boleto para la segunda vuelta, reforzado por su imagen de «voto útil» de una izquierda atomizada.
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CAB