“Este tipo es brutal y lo que ocurre en Bucha es indignante”, dijo Biden en referencia a Putin, a quien calificó como “criminal de guerra”
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó este lunes que quiere un “juicio por crímenes de guerra” tras el hallazgo de muchos cadáveres con ropa de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, cerca de Kiev.
Además es partidario de tomar “más sanciones” contra Rusia, dijo a los periodistas que le esperaban a su regreso a Washington después de pasar el fin de semana en su casa de Delaware (noreste).
“Me han criticado por llamar a Putin criminal de guerra”, pero “lo que pasó en Bucha prueba que es un criminal de guerra”.
Se requiere, explicó el mandatario, “reunir más información” para poder llevar a juicio a Putin, a la vez que se sigue proveyendo a Ucrania de “armas para que sigan combatiendo” contra las tropas rusas, y “reunir todos los detalles”, para tener un verdadero “juicio por crímenes de guerra”.
“Este tipo es despiadado y lo que ha pasado en Bucha es indignante”, insistió Biden, y “todos lo han visto”.
Cuestionado sobre si creía que lo ocurrido en Bucha es “genocidio”, Biden respondió: “No, creo que es un crimen de guerra”. Y añadió que Putin debería “tener que rendir cuentas” por ello.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó este lunes a los soldados rusos de “asesinos, torturadores, violadores, saqueadores”, luego de que decenas de cadáveres fueron encontrados cerca de Kiev, a medida que crece la presión para intensificar las sanciones contra Moscú.
Las autoridades locales de Bucha, una pequeña localidad al noroeste de Kiev, dijeron que debieron cavar fosas comunes para sepultar los cuerpos, incluyendo algunos con las manos atadas a la espalda, mientras las imágenes de cadáveres en las calles estremecían al mundo a más de un mes de la invasión rusa.
Rusia negó su responsabilidad y este lunes el Kremlin desmintió “categóricamente todas las acusaciones” y aseguró que los expertos del ministerio ruso de Defensa descubrieron señales de “falsificaciones de los videos”.
Pero la condena fue rápida y mandatarios occidentales, la OTAN y la ONU expresaron su horror por los informes de civiles muertos en Bucha y otros lugares de la región de Kiev.
Zelenski fue implacable en su mensaje nocturno por video en el que afirmó que “la maldad concentrada” llegó a su tierra y calificó a los soldados rusos de “asesinos, torturadores, violadores, saqueadores que se hacen llamar ejército, y que solo merecen la muerte después de lo que hicieron”, hablando en ucraniano antes de pasar a ruso.
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“Quiero que cada madre de cada soldado ruso vea los cuerpos de la gente muerta en Bucha, en Irpin, en Hostomel. Quiero que todos los líderes de la Federación Rusa vean cómo se cumplen sus órdenes”, agregó.
Zelenski dijo que creó un organismo especial para investigar las matanzas en las zonas donde las fuerzas rusas se retiraron de alrededor de la capital, después de que Moscú reorientara su ofensiva en el sureste de Ucrania.
La escala de las matanzas aún se investiga, pero la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, señaló que se han recuperado los cuerpos de 410 civiles.
El alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, dijo a AFP que 280 cuerpos fueron llevados a fosas comunes porque era imposible enterrarlos en los cementerios que están al alcance de los disparos.
La firma de imágenes satelitales Maxar presentó fotos que indicó son de una fosa común en el predio de una iglesia local.
El trabajador municipal Serhii Kaplychnyi dijo a AFP que las fuerzas rusas inicialmente se negaron a permitir a los pobladores enterrar a los muertos en Bucha.
“Dijeron que mientras hiciera frío los dejaran allí”, sostuvo. Cuando finalmente pudieron recuperar los cuerpos, “cavamos una fosa común con un tractor y enterramos a todos”, contó.
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, acusó a Rusia de una “masacre intencional”, mientras el portavoz de Zelenski, Sergiy Nikiforov, dijo que las matanzas en Bucha parecen “crímenes de guerra”.
El embajador adjunto de Moscú ante la ONU dijo que Rusia pidió una reunión del Consejo de Seguridad para el lunes “a la luz de la atroz provocación de los radicales ucranianos en Bucha”.
La UE comenzó este lunes a debatir con “urgencia” este lunes una nueva ronda de medidas contra Moscú, indicó el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell.
ONU
Por otro lado, Estados Unidos anunció que va a buscar la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU a la luz de las “crecientes pruebas” de que sus fuerzas están cometiendo “crímenes de guerra” en Ucrania.
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, aseguró a través de Twitter que no se puede permitir que un país que está “subvirtiendo todos los principios” básicos de la organización pueda seguir participando en el Consejo de Derechos Humanos.
“En estrecha coordinación con Ucrania y otros Estados miembros y socios en la ONU, Estados Unidos va a buscar la suspensión de Rusia”, señaló la diplomática, que se encuentra en Rumanía como parte de una gira para abordar la situación de los refugiados ucranianos.
Para suspender la participación de un país en el Consejo de Derechos Humanos es necesario el voto favorable de dos tercios de los países que se pronuncien (a favor o en contra) en la Asamblea General de la ONU, del total de 193 miembros que se sientan en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Desde que empezó la guerra en Ucrania, ese órgano ha aprobado ya dos resoluciones críticas con Rusia, que recibieron al menos 140 votos favorables.
“Mi mensaje para esos 140 países: las imágenes de Bucha y la devastación en toda Ucrania requieren que ahora igualemos nuestras palabras con acciones”, escribió en Twitter la embajadora estadounidense.
Las autoridades ucranianas han acusado a Rusia de cometer una enorme matanza de civiles en la localidad de Bucha, cerca de Kiev, algo que Moscú ha negado categóricamente.
Rusia es ahora mismo uno de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que son elegidos para mandatos de tres años por la Asamblea General.
Estados Unidos también es miembro desde el pasado mes de enero, volviendo a este órgano con sede en Ginebra de la mano de la Administración de Joe Biden, después de que el Gobierno de Donald Trump se retirara, una decisión que justificó por el historial de violaciones de derechos humanos de otros países miembros y por el supuesto sesgo del Consejo contra Israel.
La suspensión de un país por cometer violaciones graves de los derechos humanos tiene un precedente desde que en 2006 se creó el Consejo de Derechos Humanos: Libia fue expulsada en 2011 por la represión de las protestas populares llevada a cabo por el régimen de Muamar el Gadafi.
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CAB