El Festival de Cine de Cannes hizo una pausa el martes para guardar un minuto de silencio en honor a las víctimas del ataque suicida en el concierto de Ariana Grande en Manchester, Inglaterra.
Thierry Fremaux, director del festival, encabezó el minuto de silencio desde los escalones del Palais du Festival, el centro del evento. El acto, dijo, era para mostrar solidaridad con las víctimas, sus familias y el pueblo británico.
“Somos un festival de paz”, expresó Fremaux, quien estuvo acompañado por Pierre Lescure, presidente del festival, la actriz Isabelle Huppert y empleados del festival.
En un comunicado, los organizadores del Festival de Cannes calificaron el atentado del lunes como “un ataque más a la cultura, juventud y alegría, a nuestra libertad, generosidad y tolerancia, todas las cosas que el Festival y aquellos que lo hacen posible — los artistas, profesionales y espectadores — valoramos profundamente”.
Algunos eventos fueron cancelados o acortados debido al ataque. Disney canceló un evento promocional de “Cars 3”. El festival también canceló elementos de su 70mo aniversario, que se celebraba el martes, como los fuegos artificiales que estaban previstos para la noche.
El alcalde de Cannes David Lisnard aseguró a los asistentes que las medidas de seguridad eran las más estrictas y que la ciudad seguiría llevando “el mensaje universal de la cultura, con un espíritu de apertura”.
El ataque del lunes estuvo en las mentes de muchos en Cannes.
“Es devastador para las familias que están pasando por esto ahora”, dijo la actriz Nicole Kidman. “Ni siquiera es algo que pueda discutir. Solo … rezo por ellos”.
La seguridad de este año ya era mayor en el festival, con un mayor despliegue de detectores de metales y sistemas anti-drones. Niza, donde un camión atropelló el pasado julio a una multitud matando a 86 personas, queda a tan solo 32 kilómetros de Cannes.