Como la mujer no tenía vivienda, él le ofreció la suya y elaboró un contrato donde decía que podía vivir allí
El martes 18 de enero se logró el rescate de Lina Cruz, una colombiana que habría sido secuestrada desde septiembre de 2020 por el exconvicto estadounidense Jason Monroe Smith, condenado por los delitos de secuestro y agresión agravada en la que una víctima está atada o restringida.
Monroe dejó a Lina en un lujoso hotel de Ciudad de México y le envió la dirección por mensaje de texto a Claudia Cruz, hermana mayor de Lina, para que la fuesen a buscar.
Él desapareció, pero empezó a ser buscado en el país mexicano, pues lo van a denunciar por secuestro, agresión y trata de personas.
“Las autoridades en México ya están investigando el caso de este señor Monroe por posible trata de personas. Él contactó a mi hermana Claudia y le dijo dónde la iba a dejar, porque nosotros ya lo teníamos acorralado”, explicó Paula Cruz, gemela de Lina y quien ha buscado denunciar el caso ante las autoridades internacionales desde hace meses.
La negociación entre la familia Cruz y Monroe Smith tardó unos cuantos días, hasta que el hombre decidió entregarla bajo sus condiciones.
Mientras negociaban, Paula dio aviso a la comisionada de Búsqueda y Rescate de México, Lizzeth Hernández Navarro, y a la la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra).
Ambas entidades les dieron apoyo a los Cruz y -este martes- cuando Monroe entregó los datos de su ubicación, realizaron un operativo para rescatar a Lina y tratar de capturar a su captor.
Las autoridades llegaron al hotel y encontraron a Lina con su equipaje, la llevaron hacía un lugar seguro y le están brindando atención médica tanto física como psicológica para que se recupere.
Cruz sufre desde hace 5 años de un trastorno bipolar para el cual se medicaba. Sin embargo, al parecer, Monroe impedía que lo hiciera, lo que causó más daño psicológico.
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Según la denuncia de Paula, Monroe se aprovechó de este trastorno psicológico para llevarse a Lina y someterla fácilmente sin que ella opusiera resistencia. Incluso, logrando que ella olvidara a sus familiares.
Cuando la encontraron le tomaron fotos y nos la comunicaron por videollamada, pero ella no nos reconoció. Yo le hablaba pero ella nos respondía como si no supiera hablar español. No sabía conjugar los verbos y nos decía: ‘Tú no ser mi hermana biológica. Tú eliminada de mi hipotálamo'”, relata Paula, y agrega que ya no es solo el dolor de ver su cambio físico tan dramático, sino las consecuencias mentales de casi año y medio de secuestro.
Ahora, Paula Cruz está realizando la documentación necesaria para que su hermana Lina sea declarada por adjudicación judicial y que regrese pronto a Colombia para recibir la atención médica que necesita en compañía de su familia.
“Este proceso es sumamente doloroso. Ver a mi hermana con el pelo tan corto, con su apariencia diferente y esa forma de expresarse tan rara. Va a ser un proceso largo para que Lina se reintegre y pueda volver a reconocer a su familia que tanto la amamos. En este momento ella, en medio de su incoherencia, no quiere saber nada”, señala la hermana.
Antecedentes
Lina María Cruz Giraldo es una colombiana que lleva ocho años viviendo en México y ya tiene su residencia. Han sido años de trabajo duro y de salir adelante pese a las adversidades, pues hace cinco años le detectaron un trastorno bipolar.
Lina mantenía contacto muy frecuente con su familia en Armenia, Quindío, pero esa comunicación se ha visto perturbada desde el 28 de noviembre de 2020, cuando se involucró con Jason Monroe Smith, quien estuvo condenado en Arizona (Estados Unidos) por secuestro y tortura.
En enero de 2021, Lina perdió total comunicación por al menos un mes con su familia. Luego, escribió una sola vez en febrero y volvió a pasar otro mes sin dar señales de vida.
Cuando se logró comunicar, informó que Jason Monroe la seguía golpeando y que su situación era muy delicada, antes de dejar de comunicarse durante un mes más.
“En abril, finalmente me habló y dijo: ‘Paula, si no vuelvo a escribir; si no vuelvo a aparecer, no me busques. No hagas nada. Es muy peligroso. Dile a la ‘mona’ que duerma con ese cisne de peluche que le regale’. Esa fue la última vez que hablé con mi hermana gemela y fue por un mensaje de texto”, cuenta Paula, muy compungida.
Pasaron meses sin que los Cruz en Colombia supieran algo de Lina. Llegó septiembre y la preocupación desbordaba a esta familia quindiana, al punto de que Claudia Cruz, otra de las hermanas de Lina, acudió a donde una ‘medium’ para que le ayudara a entender lo que estaba viviendo su hermana.
De acuerdo con un portal estadounidense, los hechos registrados en un condado del mencionado país, relatan que la mujer habría conocido a Monroe Smith por las redes sociales, en donde él se describía como sádico sexual, cosa que a ella no le molestó.
Como la mujer no tenía vivienda, él le ofreció la suya y elaboró un contrato donde decía que podía vivir allí, pero a cambio debía cumplir una serie de requisitos entre los que se incluía que él podía usar tanta fuerza contra ella como le fuera posible.
El documento también incluía la referencia que tenía que hacerse de sí misma como “la esclava” y a él como “amo”. Así mismo tenía prohibido usar dispositivos electrónicos sin el permiso de él.
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CAB