Los primeros vuelos con agua potable y otros cargamentos de ayuda para Tonga llegaron por fin este jueves
Una sudcaliforniana identificada como Verónica Vega se encuentra entre las personas no localizadas luego de la erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga Ha apai, en el Pacífico Sur.
Sus familiares, residentes de Los Cabos, informaron que no han logrado tener comunicación luego de que el sábado pasado hiciera erupción el volcán en aquella región y refirieron que tanto Verónica como su esposo Mark Salvadore Belvedere, radican en Tonga desde hace 15 años.
Explicaron que no han podido trasladarse a la zona para iniciar tareas de búsqueda toda vez que los aeropuertos de las regiones cercanas tienen restricciones de viaje por la Covid-19.
“Estamos buscando que se pudiera conseguir algún tipo de visa humanitaria para poder entrar a Nueva Zelanda, porque ahorita no están permitiendo vuelos internacionales por el Covid, ni a Fiji ni a Australia, que son los lugares un poco más cerca a donde pudiéramos llegar vía aérea”, declaró Jaqueline Liceaga Vega, sobrina de Verónica.
“Hacemos un sentido llamado a las autoridades mexicanas para que ayuden lo antes posible a ubicarlos y evacuarlos. Se sabe que estarían en la isla Eueiki al momento del desastre natural, posiblemente solos e incomunicados y no sabemos en qué condiciones”, expuso a medios
Verónica Vega y Mark Belvedere –refirió– son pioneros del turismo náutico en el municipio de Los Cabos, los primeros en ofrecer recorridos en barcos tipo galeón (pirata) que se establecieron en Cabo San Lucas. Hace 15 años viajaron al archipiélago de Tonga donde fundaron el hotel, “Treasure Island Eco Resort”.
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Ayuda humanitaria
Los primeros vuelos con agua potable y otros cargamentos de ayuda para Tonga llegaron por fin este jueves, una vez se retiró la ceniza de la pista de aterrizaje del principal aeropuerto del país tras una enorme erupción volcánica.
Nueva Zelanda y Australia enviaron sendos aviones de transporte con contenedores de agua, equipos para levantar refugios temporales, generadores, suministros de higiene y equipamiento de comunicaciones. El avión australiano incluía también una máquina barredora especial para mantener limpia la pista de aterrizaje.
Las entregas se hicieron sin que el personal militar entrase en contacto con la gente en el aeropuerto de Tonga. El país, que no ha tenido ningún brote de Covid-19 y sólo ha registrado un caso desde el inicio de la pandemia, está muy preocupado por asegurarse de que los extranjeros no llevan el coronavirus a Tonga.
Australia señaló que la ayuda permitiría al gobierno cubrir las necesidades de la población y mantener las tareas inmediatas de limpieza. También Japón indicó que enviaría agua potable y equipo para limpiar ceniza volcánica.
Unas 84 mil personas -más del 80% de la población de Tonga– se han visto afectadas por la erupción, según los reportes de Naciones Unidas, indicó el vocero de la ONU Stéphane Dujarric. Se han registrado tres muertes, varios heridos, pérdida de viviendas y contaminación de agua.
Las comunicaciones con el archipiélago seguían siendo limitadas, ya que la erupción del sábado y el tsunami posterior parecían haber roto el cable de fibra óptica que conecta a Tonga con el resto del mundo. Eso suponía que la mayoría de la gente no había podido utilizar internet o llamar al extranjero, aunque algunas redes telefónicas locales aún funcionaban.
Tres de las islas más pequeñas del país sufrieron graves daños por las olas de tsunami, según funcionarios y Cruz Roja.
Según las cifras del censo local, Mango tiene 36 habitantes, Fonoifua tiene 69 y Nomuka 239. La mayoría de los tonganos viven en la isla principal, Tongatapu, donde unas 50 casas fueron destruidas. Por el momento, Tonga parecía haber evitado la destrucción generalizada temida en un principio.
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CAB