Ha “empeorado” la condición neurológica del padre José Miguel Machorro Alcalá, agredido el pasado lunes en la Catedral Metropolitana, así lo informó la Arquidiócesis Primada de México.
El sacerdote de 55 años, quien fue apuñalado mientras oficiaba una misa el atrio metropolitano, presenta una “bradicardia importante”, es decir un descenso en la frecuencia cardiaca por lo que se le practicará una resonancia magnética, para determinar el procedimiento a seguir.
La Arquidiócesis refirió que, de acuerdo con el parte médico, el estado de salud del sacerdote presentaba una mejoría al grado tal que se esperaba que hoy jueves fuera dado de alta.
Sin embargo, al recobrar el estado consciente se hizo aparente una parálisis del lado derecho del cuerpo, como consecuencia de un daño en el hemisferio cerebral izquierdo (infarto cerebral), debido a la falta de irrigación por la hemorragia severa que sufrió.
También ha presentado como cuadro asociado un sangrado del tubo digestivo con una lesión que ya se identificó de origen congénito, y que de seguir sangrando sería necesaria una embolización.
Los médicos precisaron que la taquicardia es un signo de alarma porque “es el cerebro el que controla el ritmo cardiaco; “si el daño fue amplio, cuesta la vida”, añadió.
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