Los fuegos artificiales generan una intensidad sonora que varía entre los 110 hasta 190 dB
Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo ya están aquí, y, por ende, también la alegría de compartir con la familia y seres queridos estas fiestas. Y, como es natural, existe el revuelo por la vieja costumbre de usar fuegos artificiales y pirotecnia. Sin embargo, además de las quemaduras que puede causar, ésta puede dañar nuestros oídos.
Durante la celebración, omitimos una parte importante; y es que, todos los sonidos contundentes e intensos, como los de los cohetes y fuegos artificiales pueden provocar pérdida auditiva. Ya sea por trauma acústico, daño de células en el oído interno o a la presencia de zumbidos (conocidos por acúfenos o tinnitus). Muchas veces esto es irreversible o transitorio.
Incluso el oído puede sufrir de una gran presión sonora si la explosión es muy cercana. Ello puede resultar en la perforación de la membrana timpánica, algunas veces acompañada de sangrado, dolor y disminución de la audición.
Intensidad sonora
“El principal riesgo durante estas fechas son los ruidos de corta duración, pero de muy elevada intensidad, como es el caso de los fuegos artificiales, que genera una intensidad sonora que varía entre 110 hasta 190dB. Si bien el oído cuenta con un mecanismo de protección frente a ruidos fuertes, que se activa después de unas diez centésimas de segundos, intervalo ineficaz frente al ruido de la pirotecnia. Por este motivo, la detonación llega intacta al oído interno, sacudiendo violentamente y dañando las delicadas células ciliadas, responsables directas e insustituibles de la percepción del sonido. Por eso, en caso de presentar algún síntoma de daño auditivo después de exponerse a detonaciones de pirotecnia” comenta el Dr. Fernando Díaz Rojas, director Comercial de MED-EL México.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipoacusia por el ruido afecta diversos aspectos de la vida. En niños, el impacto es aún más importante porque afecta el desarrollo del lenguaje. Esto debido a que se complica que hable, puesto que no perciben los sonidos y, además, se dificulta la conceptualización de palabras.
Ante una pérdida repentina de la audición siempre hay que consultar a un especialista.
En el momento que surja la duda o haya una afectación de la vida diaria, es recomendable acudir al médico para tratarlo a tiempo, ya que, existen diversos tipos de pérdida auditiva que se tratan con diferentes tipos de soluciones auditivas. Entre ellas se encuentras los implantes cocleares, implantes de oído medio, implante de Conducción Ósea o Sistema de Conducción Ósea no implantable para tratarla. Gracias a éstos puede ofrecerles una mejor calidad de vida en su día a día a quienes resulten afectados por tales objetos.
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