Según Lydia Patricia Martínez Madrid, investigadora de la Coordinación de Patrimonio Cultural e Investigación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la producción del pulque está en riesgo de desaparecer por la escasez de cultivo del maguey.
Luego de participar en la presentación del libro “Pulque”, reconoció que esa situación es persistente pese al interés por hacer resurgir la también llamada “bebida de los dioses”. Aseguró que el problema es que “no hay magueyes”.
Uno de los riesgos considerados es que la hoja de la penca del maguey se utiliza para la preparación del mixiote.
Al participar en la presentación del libro “Pulque”, negó que las consecuencias del cambio climático representen un riesgo, porque el maguey es resistente y tiene capacidad de responder a éste.
De acuerdo con la tercera publicación de la serie “Alimentos y Bebidas de los Pueblos Indígenas de México”, los campesinos también han optado por cultivar cebada, por ejemplo, porque reciben ingresos en corto tiempo.
La autora de “Pulque” opinó que la situación podría revertirse al mantener las zonas magueyeras protegidas, pues la planta cuenta con una reproducción vegetativa que le permite proliferar.
“Es cuestión de tener conciencia y saber que debemos cuidar el maguey”, subrayó Martínez Madrid, al resaltar que esa es la intención de la publicación: recordar el proceso, el valor y el papel de los pueblos indígenas en la preservación de la planta.
Ante ello, la directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga Delgado, indicó que este organismo destinará recursos para impulsar la producción de pulque en las zonas del Altiplano de México.