El plan de Biden, de 1.75 billones de dólares, incluye ambiciosas reformas sociales y medioambientales, pero enfrenta el rechazo de parte de los demócratas en el Senado.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el ambicioso plan de gasto social del presidente Joe Biden, que pasa ahora al Senado, donde enfrenta un futuro incierto dada la estrecha mayoría de los demócratas en esa cámara.
La votación se saldó con 220 votos a favor y 213 en contra, todos los legisladores republicanos más un demócrata expresaron su rechazo.
El paquete social, bautizado en inglés como “Build Back Better” (“Reconstruir mejor”), está valorado en 1.75 billones de dólares y ampliaría los programas sociales dirigidos a menores y ancianos, además de dedicar 550 mil millones a la lucha contra la crisis climática en EE.UU.
El plan pasa ahora al Senado donde se espera que sea sometido a consideración en diciembre.
Los demócratas buscarán sacar adelante esa notable reforma social a través de una fórmula legislativa conocida como reconciliación, que permite aprobar un proyecto de ley con mayoría simple de 50 votos, justo los que tienen en el Senado, por lo que no pueden permitirse ni una sola deserción en su bancada.
El presidente Biden redujo el volumen del plan social inicial, cifrado en 3.5 billones de dólares, para tratar de atraer al sector moderado de los demócratas, que ha expresado preocupación porque elevaría el ya abultado déficit de Estados Unidos.
Este plan social es una de las prioridades del mandatario, quien recientemente logró que el Congreso aprobara otra de sus promesas clave, un programa de modernización de la infraestructura del país por valor de 1.2 billones de dólares.
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El impacto estimado en el déficit federal alcanza los 367.000 millones de dólares, pero no tiene en cuenta los 207.000 millones que la Hacienda estadounidense, según los cálculos de la oficina, obtendría de su lucha contra el fraude fiscal, con lo que el desequilibrio final quedaría en unos 160.000 millones. La Casa Blanca había estimado los ingresos de esa lucha en las arcas públicas en hasta 400.000 millones en 10 años, por eso consideraba que el plan, en total, no solo no incrementaría el déficit, sino que lo reduciría incluso.
La inflación anual subió al 6,2% el mes pasado, dando a los republicanos otro garrote con el que golpear a Biden en su intento de retomar las dos cámaras del Congreso en las elecciones de mitad de mandato del próximo año.
Sólo el 41% de los encuestados dijeron, en un nuevo sondeo de ABC News-Washington Post, que aprobaba la labor de Biden en el cargo, frente al 53% que la desaprobó.
Los demócratas de la Cámara de Representantes, que no pueden permitirse el lujo de perder más de tres miembros si quieren ganar cualquier votación, están mostrando optimismo respecto a su capacidad de superar las luchas internas que enturbiaron el debate sobre “Build Back Better” durante meses.
Un puñado de demócratas centristas quería un análisis completo de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) para aclarar el precio del paquete antes de aceptar el voto.
La CBO espera completar ese trabajo el viernes. Lo más probable entonces es que el plan sea sometido a votación esa noche o al día siguiente, aunque algunos demócratas están presionando a sus colegas para que se vote ya este jueves.
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CAB