Komuro, abogado de profesión, labora en un despacho de abogados en Nueva York, por lo que se prevé que la pareja se mude a Estados Unidos
Después de varios años de compromiso, la princesa Mako de Japón se casó con su novio de la universidad, el plebeyo Kei Komuro, en una ceremonia discreta. El enlace matrimonial representa para Mako su salida definitiva de la familia real.
En una conferencia de prensa junto a su esposo, el plebeyo Kei Komuro, marcada por una franqueza inusual para la familia real de Japón, Mako dijo que su matrimonio con Komuro era inevitable a pesar de la oposición generalizada que enfrentaba.
“Kei es irremplazable para mí. Para nosotros, el matrimonio es una elección necesaria para vivir cuidando nuestros corazones”, dijo Mako en la conferencia de prensa.
Agregó que noticias “incorrectas” sobre su nuevo marido le habían causado “gran temor, estrés y tristeza”.
“El flujo de críticas arbitrarias de las acciones de Kei, así como la especulación unilateral que ignoró mis sentimientos, hizo que las mentiras de alguna manera parecieran realidad y se convirtieran en una historia no provocada que se propagó”, declaró
Los matrimonios reales generalmente involucran una serie de ceremonias formales y una celebración, pero la pareja renunció a todos los ritos e incluso rechazó los 1.3 millones de dólares que generalmente se dan a las mujeres que dejan la familia.
Durante la conferencia de prensa, Komuro se comprometió a proteger y apoyar a Mako.
“Amo a Mako. Quiero pasar la única vida que tengo con quien amo”, comentó Komuro.
Según un anuncio de la Agencia de la Casa Imperial, la pareja llegó hasta el registro civil de su localidad a las 10:00 horas de este martes para llevar a cabo su unión.
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Komuro, abogado de profesión, labora en un despacho de abogados en Nueva York, por lo que se prevé que la joven pareja se mude a la ciudad estadounidense.
La pareja anunció su compromiso desde 2017; sin embargo, éste se atrasó debido a varias circunstancias; entre ellas, un escándalo de dinero protagonizado por la madre de Komuro.
La pareja tampoco contaba con la aprobación de la realeza y el público, porque el casamiento significaría la salida de Mako de la familia real de Japón.
Como un intento para acallar las voces que catalogaban a Komuro como “cazador de recompensas”, Mako rechazó un pago único de un millón de dólares del gobierno, al que tenía derecho como miembro saliente de la realeza.
Cabe destacar que la joven sobrina del actual emperador, no se encuentra en la línea sucesoria, pues las mujeres son descartadas de ésta, de acuerdo con la ley de sucesión imperante en Japón.
Según lo estipulado por la ley, las mujeres miembros de la casa real deben renunciar a sus títulos y abandonar el palacio si se casan con un plebeyo.
Aunque la pareja celebraría su enlace en 2018, éste no se llevó a cabo. La versión oficial señala que la demora se debía a una falta de preparación del evento, sin embargo, otras voces clamaron que fue porque la madre de Komuro no pagó 36 mil dólares que debía a su exprometido.
Ante estas afirmaciones, Komuro lanzó un comunicado este 2021, en el que explicaba que su madre creía que el dinero era un regalo y que él pagaría para resolver la disputa.
Debido a los retrasos y especulaciones alrededor de su unión con Komuro, Mako padece un complejo trastorno de estrés postraumático (TEPT).
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CAB