Dijo que la reforma eléctrica es una oportunidad de fortalecer a la CFE y reiteró que su esencia es que el Estado controle el 54% del mercado
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador aceptó que se le realicen cambios a su iniciativa de Reforma Eléctrica, siempre y cuando se mantenga su esencia: convertir a dicho sector en una industria estratégica para el país.
“Pues sí (aceptaría cambios a la iniciativa), siempre y cuando se mantenga la esencia de la iniciativa: ¿cuál es la esencia?, que la industria eléctrica sea una industria estratégica propiedad de la nación, de todos los mexicanos y que es la generación, la distribución de la energía eléctrica no tenga propósitos de lucro”, detalló en conferencia matutina este jueves
En Palacio Nacional, el mandatario agregó que “Si eso se sostiene, la rectoría del Estado en el manejo de la industria eléctrica, adelante (con los cambios a dicha reforma constitucional)”.
El Presidente agregó que se debe garantizar que la generación y distribución de la energía no tenga propósitos de lucro y que el manejo de la industria esté bajo la rectoría del estado mexicano.
López Obrador mencionó que la oposición critica la reforma eléctrica pero también está muy interesada en la regulación del litio pero “no se atreven” a hablar del tema.
“No les gusta es que el litio sea propiedad de la nación porque quisieran que fuese como las concesiones que se dan para la explotación del oro, la plata. El litio es un material estratégico, me consta que le brillan los ojitos a algunos”, agregó
Reiteró que el planteamiento de su reforma es que el Estado controle el 54 por ciento del mercado eléctrico y la iniciativa privada el 46 por ciento restante, que es el equivalente a todo lo que consume un país como Argentina “se quedaron con la mala costumbre de robar a manos llenas”.
“No es una expropiación, una nacionalización, necesitamos fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad porque si no nos podemos garantizar precios justos, tiene que haber orden, la política se inventó para poner orden en el caos y es la función del estado, entonces el sofisma, todo ese engaño que había que desaparecer al estado y que todo quedara al mercado fue una tomadura de pelo”, señaló
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La reforma del presidente López Obrador causa controversia porque transformaría a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de una empresa productiva del Estado a un organismo estatal que controle un mínimo 54 por ciento de la generación eléctrica, dejando al sector privado el restante 46 por ciento.
La iniciativa, que modificaría los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, también priorizaría el despacho de las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la CFE sobre las privadas de sol y viento.
La reforma constitucional es la primera que envía López Obrador tras las elecciones intermedias de este año, en las que su alianza de partidos conservó la mayoría absoluta, pero perdió la mayoría calificada de dos tercios de la Cámara Baja necesaria para modificar la Constitución.
Hace unos días, partidos de oposición y del oficialismo mostraron apertura al diálogo tras días de tensión por la reforma constitucional a la industria eléctrica que el presidente López Obrador envió para limitar la participación de los privados.
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