Será la primera persona en hacer uso de su derecho a una muerte digna sin ser paciente diagnosticada con una enfermedad terminal
Martha Liria Sepúlveda será la primera paciente sin una enfermedad terminal en acceder a la eutanasia en Colombia, el próximo 10 de octubre.
La mujer de 51 años padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Desde hace tres años, su condición empeoeó. A finales de 2020 sus piernas dejaron de responderle.
Apenas puede caminar y los dolores en sus piernas se han intensificado a tal punto que debe apoyarse en alguien más para desplazarse, pues sus piernas no responden debido al intenso dolor.
El 23 de julio la Corte Constitucional amplió el derecho a la muerte digna para pacientes no terminales y cuatro días después Martha Sepúlveda solicitó el procedimiento.
El 6 de agosto se le dio luz verde para la eutanasia, en un principio había decidido como fecha de su muerte el 31 de octubre pero luego recalculó y eligió el próximo 10 de octubre.
“Si es desde el plano espiritual, yo estoy totalmente tranquila. Soy una persona católica, me considero muy creyente de Dios, pero, repito, Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie. Ningún padre quiere ver sufrir a sus hijos”, dijo en una entrevista para el canal Caracol
Martha Sepúlveda es católica, apostólica y romana, sin embargo, no ve una contradicción entre la eutanasia y el mandato que indica que el único dueño de la vida es Dios.
Agregó que su mamá desaprueba su decisión por el tema religioso, pero la mujer narró que esta semana un sacerdote la confesó pero no le quiso aplicar los santos óleos.
Martha dijo que para ella la muerte significa un descanso de su enfermedad. “Si no estuviera con este diagnóstico, pues si me fuera a morir el 10 no estuviera tranquila, pero ya uno con una Esclerosis Lateral en el estado que la tengo ya lo mejor que me puede pasar es descansar. Y para mí la muerte es un descanso”, apuntó.
Martha Sepúlveda desea que su última noche sea normal, dormir a la hora habitual a las 19:30. Eso espero. ¡Espero no desvelarme!”, dijo.
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Federico Redondo, su hijo, mencionó que, a pesar del amor que siente por su madre, considera que sería un acto de egoísmo aferrarse a que ella viva postrada en una cama y sufriendo los embates de la enfermedad.
“A priori yo necesito a mi mamá, la quiero conmigo, casi que en cualquier condición, pero se que en sus palabras ya no vive, sobrevive. Estoy enfocado básicamente en hacerla reír y que su estancia en la tierra sea un poco más amena”, afirmó.
Martha, dijo, se va sin remordimientos y feliz por la vida que vivió. Habla en pasado sobre su presente, pues ya solo está a la espera de, algún día, encontrarse con sus seres queridos en otro plano.
Camila Jaramillo, abogada de Martha e integrante de Desclab (Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales), señaló que el caso de su clienta es ilustrativo sobre cómo se avanzado la eutanasia en Colombia.
Citó la encuesta Invamer en la que el 72% de los colombianos están a favor de la eutanasia. En 1997 la Corte Constitucional despenalizó la eutanasia, sin embargo, fue hasta 2015 que la reglamentó.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, desde 2015 se han realizado en Colombia 157 procedimientos: cuatro en 2015, siete en 2016, 16 en 2017, 24 en 2018, 44 en 2019, 36 en 2020 y 26 en lo que va del 2021. Indicadores que demuestran que a pesar del fallo no hay un abuso de la llamada muerte digna
Si bien desde 1997 la eutanasia es legal en el país, desde 2015 se reglamentó y se empezaron a relizar los procedimientos en diferentes centros hospitalarios. Desde entonces se han aplicado 157 inyecciones, de las cuales 26 han sido en lo transcurrido del 2021. Cabe aclarar que las personas asistidas con la eutanasia eran pacientes con enfermedades terminales.
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CAB