En la mayoría de los casos, los hechos están hoy prescritos y los autores de los abusos han fallecido
Una investigación de la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) ha descubierto “entre 2 mil 900 y 3 mil 200” sacerdotes pederastas u otros miembros de la Iglesia francesa desde 1950.
Así lo informó a AFP el presidente de la organización, Jean-Marc Sauvé, añadiendo que “se trata de una estimación mínima” en una población total de 115 mil sacerdotes o religiosos durante un periodo de 70 años.
El informe, que se hará público el martes, contiene 2 mil 500 páginas, incluidos los anexos, y está basado en archivos eclesiásticos, judiciales, policiales y la prensa, así como en entrevistas con testigos recibidos por la comisión.
Según Sauvé, el informe ofrecerá un inventario cuantitativo tanto del número de víctimas como de agresores. Se analizará “los mecanismos, sobre todo institucionales y culturales” que permitieron la permanencia de los pederastas, y comparará la prevalencia de la violencia sexual en la Iglesia con la que se ha identificado en otras instituciones, como asociaciones deportivas, escuelas, y dentro del círculo familiar.
El informe será remitido públicamente a la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) y a la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Institutos y Congregaciones (Corref), que lo habían encargado.
En la mayoría de los casos, los hechos están hoy prescritos y los autores de los abusos fallecidos, con lo que es improbable un recurso a la justicia. Los procedimientos canónicos –el derecho de la Iglesia–, cuando han sido activados, son muy largos y poco transparentes.
El episcopado ya se adelantó al prometer, no una serie de reparaciones, sino un dispositivo de “contribuciones” financieras pagadas a las víctimas a partir de 2022, algo que no suscita unanimidad entre las víctimas.
El informe será examinado de muy cerca en el Vaticano, donde el tema ya ha sido tratado por el papa Francisco y por una parte de los obispos franceses con motivo de una visita de éstos en septiembre a la Santa Sede.
Sobre el trabajo de investigación realizado durante dos años y medio, Sauvé comentó que lo más terrible “fue ver el mal más absoluto —el atentado a la integridad física y psicológica de los niños— es decir una obra de muerte perpetrada por personas cuya misión era traer vida y salvación”.
Ciase fue creada en 2018 por el episcopado francés, en respuesta a una serie de escándalos relacionados con abusos sexuales a menores que involucran a la Iglesia y está formada por 22 profesionales de derecho, médicos, historiadores, sociólogos y teólogos.
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El obispo Howard Hubbard, que entre 1977 y 2014 dirigió la diócesis católica romana de Albany, en el estado Nueva York (EU), confesó a través de una carta a The Times Union que la institución encubrió durante décadas abusos sexuales cometidos por los sacerdotes, muchos de ellos en contra de menores.
Según reveló Hubbard al medio estadounidense, cuando una acusación de esta naturaleza era reportada, en lugar de llamar a la Policía y reportar los delitos, las autoridades eclesiásticas enviaban a los infractores a un tratamiento privado, encubriendo así sus crímenes.
“Cuando una acusación de mala conducta sexual cometida por un sacerdote era recibida en las décadas de 1970 y 1980, la práctica común en la diócesis de Albany y en otras partes era retirar temporalmente al clérigo del ejercicio de su ministerio y enviarle a terapia y tratamiento”, comentó Hubard, quien también ha sido acusado de acoso sexual
De acuerdo al obispo, de 82 años, cuando un especialista en salud mental, ya fuera un psicólogo o un psiquiatra, determinaba que el sacerdote era capaz de regresar al ministerio, este era reinstalado y se le autorizaba continuar con sus actividades.
El exlíder de la diócesis de Albany, que en 2019 aseguró “nunca” haber abusado sexualmente de menores, confirmó que durante su Administración era “un de los responsables en las gestiones de la Iglesia contra los abusos, incluyendo el respaldo a las revisiones de antecedentes y la compensación para las víctimas”.
La confesión de Hubbard se produce después de que al menos unas 300 personas demandaran a la institución por los supuestos abusos sexuales cometidos por los clérigos.
Las querellas hallan su sustento bajo la Ley de Víctimas de la Infancia, una legislación que permite a los afectados presentar hasta el 14 de agosto sus casos en contra de los sacerdotes por abuso sexual; incluso, si estos ocurrieron hace décadas cuando eran infantes.
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CAB