El músico danés King Diamond se presentó el pasado sábado en el Palacio de los Deportes, donde ofreció un recital con altas dosis de teatralidad escalofriante y música metal.
El extravagante vocalista Kim Bendix Petersen, mejor conocido como King Diamond, salió poco antes de las 22:00 horas vestido con una gabardina negra, así como con su característico rostro maquillado en blanco y delineados negros, sin faltar su sombrero de copa.
Para deleite de los presentes se dispuso una poderosa producción con una plataforma que contaba con un par de escalinatas custodiadas por gárgolas y en cada uno de los extremos unas luminosas cruces invertidas.
La presentación arrancó con “Out From The Asylum” y “Welcome Home”, al tiempo que se vio a una abuela en silla de ruedas de semblante cadavérico que generó la furia sonora de la banda.
Le siguió “Halloween”, momentos en los que se elevó hacia atrás un brillante pentagrama esotérico invertido, dibujando claramente a un macho cabrío en una apología satánica.
Luego de ofrecer un recorrido por los memorables temas de su trayectoria, llegó la promesa de tocar por completo especialmente para México su disco Abigail (1987).
La apertura fue con “Funeral”, para narrar la historia de Abigail que nació muerta el séptimo día de julio de 1777, abriendo escénicamente atmósferas espectrales que encarnan cada canción.
Como telón de fondo se representó una catedral gótica, mientras King Diamond corría sobre el montaje persiguiendo a una mujer fantasmal, además de que siempre se le observó en su micrófono una cruz hecha con huesos.
“The Family Ghost” y “The 7th Day of July 1777”, formaron parte del set en el que Diamond dio cátedra con su voz chillante y usuales falsetes.
Terminó el espectáculo con “Abigail” y “Black Horsemen”. King Diamond y sus músicos se despidieron agradecidos frente al entarimado, en tanto se oía “Insanity” que pertenece a The Eye (1989). Dejando satisfechos a los asistentes que vibraron con un ritual de música metal extrema y un montaje fantasmal.
Foto: Lulú Urdapilleta.