Este sábado, una portavoz del gobierno chino, Hua Chunying, dijo que las acusaciones contra Wanzhou, eran “totalmente infundadas”
La directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, regresó a China después de que Canadá la liberara tras casi tres años de litigio en virtud de un acuerdo con las autoridades estadounidenses, que habían pedido su extradición, para suspender el proceso judicial por fraude contra ella.
Meng regresó en un vuelo fletado por el Gobierno chino hasta aterrizar en la ciudad meridional de Shenzhen, donde tiene su sede Huawei.
Su puesta en libertad coincidió con la liberación de Michael Spavor y Michael Kovrig, dos canadienses detenidos en China desde diciembre de 2018 en aparente represalia por el arresto en Canadá de la directiva. Beijing siempre ha negado que sus detenciones tuvieran relación alguna con el caso Meng.
En estos tres años “mi vida se ha transformado”, dijo a la prensa Meng, de 49 años, hija del fundador del gigante de las telecomunicaciones Ren Zhengfei y apodada la “princesa” de Huawei, que estaba en arresto domiciliario.
Una comitiva con todos los honores recibió a Meng en el aeropuerto, mientras que varios ciudadanos esperaban entonando cánticos que la catalogaban como héroe nacional, mostrando banderitas rojas y carteles de apoyo.
“China, he vuelto. Gracias a todos por apoyarme durante este tiempo. Estamos todos juntos, la madre patria es el respaldo de todos nosotros los chinos“, dijo Meng en una breve intervención después de bajar del avión
Meng mostró su agradecimiento a China y al pueblo chino así como al presidente, Xi Jinping, por “los esfuerzos realizados” para traerla de vuelta.
Y por el momento, silencio sepulcral en Pekín respecto a la liberación de los “Michaels” (como se conoce popularmente a Spavor y Kovrig): los portavoces chinos obviaron hoy su existencia y se limitaron a calificar el caso Meng como uno de “persecución política” para “reprimir a las empresas tecnológicas chinas”, según la portavoz de Exteriores Hua Chunying.
Los medios chinos, como el rotativo Global Times o CGTN, destacaron que el acuerdo era “histórico” y que “podría ayudar a aliviar las fricciones en las relaciones entre Washington y Pekín”.
Meng fue detenida en Canadá en diciembre de 2018 a petición del Gobierno estadounidense, tras lo cual pasó a libertad condicional y vivía con su familia en una de las mansiones que posee en Vancouver.
Mientras, los “Michaels” permanecieron en China en riguroso aislamiento desde diciembre de 2018, con limitadas visitas por parte del personal consular canadiense, y en celdas que mantienen la iluminación durante las 24 horas del día, según la prensa del país norteamericano.
La directiva de Huawei finalmente compareció ayer de forma virtual ante un tribunal federal de Brooklyn, Nueva York, ante el cual se declaró no culpable pero “asumió la responsabilidad de su papel principal en diseñar un esquema para defraudar a una institución financiera global”, según la fiscal estadounidense.
En el acuerdo alcanzado con las autoridades estadounidenses para ser liberada, Meng confirmó la veracidad de cuatro páginas de acusaciones que demuestran que prestó falso testimonio a una institución financiera que no se nombra, y acordó no volver a cometer otros delitos estatales o federales.
También podría interesarte: China pide no viajar a Canadá tras protestas derivadas de ley a Hong Kong
El viernes, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, elogió la decisión de las autoridades chinas de liberar a los dos canadienses tras su detención “arbitraria”.
Por su parte, China siempre consideró el asunto Meng como “un incidente puramente político”.
Este sábado, una portavoz del gobierno chino, Hua Chunying, dijo que las acusaciones contra Wanzhou, eran “totalmente infundadas”.
Estados Unidos propuso “posponer” hasta fines de 2022 las diligencias contra la ejecutiva de Huawei. Si antes del 1 de diciembre de 2022 no hay impugnaciones al acuerdo ni se rompe, se abandonarán todos los cargos contra ella.
El acuerdo preveía además que Estados Unidos aconsejara a Canadá la liberación de Meng y abandonara el procedimiento de extradición.
La justicia estadunidense había acusado a la directiva de mentir a un ejecutivo del banco HSBC durante una reunión en Hong Kong en 2013 sobre los vínculos entre el grupo chino y una subsidiaria llamada Skycom que vendía equipos a Irán.
Según el ministerio de Justicia estadunidense, Meng, que siempre había negado estos hechos, sí admitió que había hecho “falsas declaraciones” en la época y “disimulado la verdad” ante el directivo de HSBC sobre las actividades de Huawei en Irán.
Este sábado, Huawei declaró que “se defenderá” de estas acusaciones según las cuales la compañía pasó por alto las sanciones contra Irán.
En China, el hecho de que Meng haya reconocido estos hechos ha sido literalmente borrado de internet.
La agencia de prensa Xinhua declaró que volvía a China “gracias a los incesantes esfuerzos del gobierno chino” y el redactor jefe del diario estatal Global Times declaró que fue “liberada tras haberse declarado no culpable”.
Los medios estatales chinos tampoco mencionaron la liberación de los dos canadienses.
Con la detención de Meng, China consideró que el gobierno estadunidense, entonces a cargo de Donald Trump, buscaba principalmente debilitar a Huawei, empresa china puntera y líder mundial de equipos y redes 5G.
Desde 2019 Huawei es objeto de sanciones por parte de Estados Unidos, que acusa a la firma de espionaje en sus teléfonos a favor de China, lo que ha debilitado internacionalmente a la empresa.
Contenido relacionado:
Tribunal de China condena a pena de muerte a canadiense por tráfico de drogas
CAB