Quien se presente a su puesto de trabajo sin el pasaporte Covid-19 se arriesga a ser multado con entre 400 y mil euros.
A partir del 15 de octubre, Italia será el primer país europeo en el que será imposible ingresar a una fábrica, oficina, estudio profesional y cualquier otro lugar de trabajo sin un pasaporte Covid-19 válido.
La medida deberá ser aprobada este jueves por el Consejo de Ministros y deberá entrar en vigor a mediados de octubre.
“El gobierno está listo para introducir el pasaporte sanitario (…) Nos dirigimos hacia una medida obligatoria para el sector público y privado”, declaró la ministra de Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini.
Quien se presente a su puesto de trabajo sin el pasaporte Covid-19 se arriesga a ser multado con entre 400 y mil euros. Los funcionarios, además, pueden quedar suspendidos de empleo y sueldo, como ya le ocurre al personal del área sanitaria y educativa, mientras que queda todavía por definir qué ocurrirá con los asalariados del sector privado.
Al extender esta restricción a todos los trabajadores, el Gobierno de Italia pretende tratar de convencer a los ciudadanos que todavía no se han vacunado. Ya han completado el ciclo de inmunización más de 40 millones de personas, lo que supone casi el 75 por ciento de la población mayor de 12 años, la edad mínima a la que es posible recibir los sueros contra el Covid-19.
El Ejecutivo del país europeo espera que la nueva medida contribuya a que el porcentaje suba al menos hasta el 80 por ciento en las próximas semanas y se refuerce así la protección comunitaria antes de que empiece el frío y se produzca un eventual un repunte de la pandemia.
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