Pegasus infiltra teléfonos para recoger datos personales y de ubicación y para controlar subrepticiamente los micrófonos y cámaras de teléfonos celulares.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), hizo un llamado a los países miembro que venden o transfieren spyware y otras tecnologías de vigilancia, que desistan de seguir con este tipo de actividades y regular su uso con el objetivo de no violar los derechos humanos. Ante la polémica generada por el uso del programa Pegasus, los expertos en derechos humanos de la ONU, manifestaron su temor de que el uso de estas herramientas puedan intimidar o acallar a periodistas y a la oposición política.
“Expertos en derechos humanos de la ONU pidieron a todos los estados que impongan una moratoria global sobre la venta y transferencia de la tecnología de vigilancia hasta tanto aprueben normativas estrictas que garanticen su uso en forma acorde con los estándares internacionales de derechos humanos”.
Recientemente se revelaron nuevas pruebas de que se ha utilizado el malware Pegasus del NSO Group, una organización de hackers a sueldo con sede en Israel, para espiar a periodistas, activistas por los derechos humanos y disidentes políticos.
Pegasus infiltra teléfonos para recoger datos personales y de ubicación y para controlar subrepticiamente los micrófonos y cámaras de teléfonos celulares. En el caso de los periodistas, los hackers pueden espiar las comunicaciones de éstos con sus fuentes.
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