El dictamen que señala al ingeniero también reveló que dichos pernos fueron colocados de manera equivocada
La Fiscalía de Justicia de Ciudad de México (FGJ CDMX) indaga a 11 soldadores, así como a un directivo de la empresa Carso y otro más de Grupo Ipisa por su labor en la construcción de la Línea 12 del Metro, del cual colapsó un tramo en mayo pasado.
Documentos en poder de Milenio detallaron que Mario Martínez, ingeniero de Grupo Carso, fue quien certificó el plan de inspección, reporte de partículas magnéticas, exámenes de ultrasónico, así como los reportes visuales.
La supervisión corrió a cargo de Alejandro Vázquez, director de Grupo Ipisa. Entre los soldadores investigados se encuentra Luis Enrique “N”, José Ángel “N”, Julio Fernando “N”, Juan José “N”, Noel Jair “N”, Marco Polo “N”, Antonio “N”, Alberto “N”, Felipe “N”, Édgar Eduardo “N”, y Mario Humberto “N”.
De acuerdo con la Fiscalía de la Ciudad de México, personal de segundo y tercer nivel de la empresa constructora encargada de la obra, DNV, están en la mira por su “error” en una mala supervisión de la obra.
En la carpeta de investigación CI-FICUH/STCMP/UI-3C/D/00045/05-2021 se señala al ingeniero Alejandro “N”, quien en las fechas de la supervisión, según los archivos de la constructora, era director general del grupo IPISA.
Dicho grupo fue el que participó en varios tramos de la línea ferroviaria del Metro además que, de acuerdo a los archivos, hubo cuatro personas más responsables de trabajar con los llamados “pernos Nelson”.
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El dictamen también reveló que dichos pernos fueron colocados de manera equivocada y no se instalaron los necesarios para la trabe que se vino abajo.
Asimismo, otra persona más estaría implicada pues era el encargado de almacén y de notificar y avisar si se requerían más de ese material, que según el dictamen preliminar, pudo ser una de las causas de la tragedia.
Por último, el reporte indicó que la principal línea de investigación de la Fiscalía, por el momento, apunta a una mala supervisión de la obra así como al ingeniero Alejandro “N” como el principal responsable.
La tragedia ocurrió el 3 de mayo por la noche cuando cedió una viga de un puente elevado de la línea 12 en la alcaldía Tláhuac, en el sureste de la capital, provocando la caída de un tren con pasajeros que quedó encallado en forma de “V”.
Murieron 26 personas y un centenar resultaron heridas, cuyos familiares peregrinaron durante horas por la zona del derrumbe, los hospitales y la morgue.
El peritaje preliminar de la empresa noruega DNV sobre las causas del derrumbe, dado a conocer el 16 de junio pasado, afirmó que “fue provocado por una falla estructural asociada a deficiencias en el proceso constructivo”.
Aunque se trata de una conclusión preliminar, pues quedan dos estudios más por darse a conocer. Los investigadores noruegos, en cambio, no detectaron errores en el mantenimiento de dicha Línea 12 del Metro.
La empresa DNV entregará el dictamen final 23 de agosto y el 6 de septiembre el análisis causa-raíz del colapso en la Línea 12.
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CAB