A todos nos ha pasado, escuchamos una canción y nos guste o no, nos la sepamos o no, se nos queda grabada en la mente, y por más que queramos, no dejamos de cantarla o tararearla. ¿Se han preguntado por qué pasa esto?
La reiteración podría estar alimentada por la memoria. Investigadores del Darmouth College realizaron un estudio para analizar qué encierran estos ‘loops’ sonoros.
David Kraemer y su equipo utilizaron resonancias magnéticas para localizar el sustrato neuronal donde se producen las imágenes auditivas espontáneas. Para ello usaron distintas indicaciones verbales, desde un números de teléfono a canciones.
A través del estudio descubrieron que cuando una canción sonaba, activaba la corteza auditiva primaria. Asimismo esta zona se estimulaba cuando pedían a los participantes que se imaginasen una canción. Lo que sugirió que se alimentan de la memoria de la corteza auditiva, un sistema a corto plazo.
Aquí comienza lo que se denomina el bucle fonológico: “Un circuito corto de cinta de grabación que almacena continuamente una pequeña cantidad de información auditiva”, indican.
Por su parte, el Dr. James Kellaris de la Universidad de Cincinnati descubrió la causa por la que retenemos esta información: “Ciertas piezas de música tienen propiedades que despiertan una reacción anormal en el cerebro”. Estas cualidades despiertan la atención del cerebro forzándole a repetir la canción.
¿Qué hace que una canción atrape nuestra mente?
Según TN, “Los estudiosos de la Universidad de Saint Andrews se basaron en un cálculo donde se toman en consideración parámetros como la melodía, la recepción rítmica o la predictibilidad, entre otros”.
¿Cuáles son las canciones que más se nos pegan?
Seguramente dirán que unas sí y otras no, cada quien sus gustos, pero según los que saben, estas son las canciones más pegajosas. ¿Ustedes qué opinan?
El número 1 de las canciones en inglés que más se nos pegan lo ocupa Queen con “We will rock you”
Y en español, el primer lugar lo ocupa Armando Manzanero con la romantiquísima, “Esta tarde vi llover”.
¿Quién no se ha quedado con “YMCA” en la mente después de una fiesta?
Entre las nuevas, está este éxito del español Enrique Iglesias.
Sí, las de temporada también entran en esta categoría.
Esta es todo un clásico, no hay duda.
Le entendamos o no, seguro alguna vez la hemos traido en la mente todo el día.
Insisto, todos los géneros entran aquí. Además, acéptenlo, para muchos es un gusto culposo.
Otra de las recientes es “All about that bass”, de Meghan Trainor.
Y mi favorita (lo confieso) Des-pa-ci-to…
¿Qué hacer al respecto?
Como ha determinado la investigadora de la Universidad de Sheffield, Victoria Williamson, las personas con carácter obsesivo compulsivo y neurótico son más proclives a sufrir el síntoma de la canción en bucle.
“Tienden a tener más pensamientos repetidos en general, por lo que también se reflejan en sus experiencias mentales”, asegura.
A esta reiteración musical involuntaria hay que tratarla como cualquier otra manifestación obsesiva. “Debemos intentar restarle importancia. Si se le presta atención se refuerza la idea, con lo que la probabilidad de repetición es mucho mayor”, señalan los expertos.