Se establecerá un marco más estricto para la misa antigua en latín, modificando un decreto de 2007 de su predecesor Benedicto XVI.
El papa Francisco anunció el viernes un marco más estricto para la misa antigua en latín, modificando un decreto de 2007 de su predecesor Benedicto XVI que había dado satisfacción en gran medida a los católicos tradicionalistas.
El papa cree, en una carta explicativa, que las concesiones otorgadas en el pasado a los tradicionalistas, en aras de la unidad de la Iglesia, se han utilizado de manera abusiva y despreciando las reformas del Concilio Vaticano II.
El religioso cree que se utilizaron para “reforzar diferencias, construir oposiciones”. “Es cada vez más evidente, en palabras y actitudes de muchas personas, que existe una estrecha conexión entre la elección de las celebraciones según los libros litúrgicos anteriores al Concilio Vaticano II y el rechazo de la Iglesia y sus instituciones en nombre de lo que ellos consideran la ‘verdadera Iglesia'”, se lamenta el Papa, que dice estar “entristecido”.
En 2007, el papa Benedicto XVI emitió un motu proprio (decreto) autorizando en gran medida la celebración de la antigua misa en latín, para satisfacción de los católicos tradicionalistas que hicieron del misal de 1962 promulgado por Pío V su signo distintivo.
En un nuevo motu proprio dedicado a la liturgia romana antes de 1970, el papa especifica que los obispos de las diócesis tendrán a partir de ahora la competencia exclusiva para autorizar las misas de los tradicionalistas, determinando la iglesia y los días de celebración. El obispo también debe asegurarse de que estos grupos “no excluyan la validez y legitimidad de la reforma litúrgica, de los escritos del Concilio Vaticano II y del magisterio pontificio”.
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