Académicos consideraron que aunque no hay información concluyente al respecto, es recomendable seguir una estricta vigilancia científica en la zona
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señalan la posibilidad de que en el oeste del país un “enjambre sísmico”, un conjunto de temblores pequeños, algunos imperceptibles para el ser humano, puedan hacer nacer un volcán.
La advertencia se lanza después de que se registraran más de cuatro mil 102 sismos desde enero de 2020 hasta la fecha en el estado de Michoacán, una región destacada por su actividad volcánica.
Académicos de la UNAM informaron que en Michoacán ocurre un enjambre sísmico, es decir, un conjunto de temblores pequeños, algunos imperceptibles para el ser humano. Tan solo entre el 1 de mayo y el 8 de junio de este año sucedieron 242 microsismos en la región de Uruapan y el corredor volcánico Michoacán-Guanajuato, seis de ellos con magnitudes mayores a cuatro.
Estos fenómenos se presentaron en esa zona en 1997, 1999 y 2006, así como en otras entidades como Durango, Chiapas y la Ciudad de México, donde los movimientos surgen durante varios días y posteriormente cesan.
En una conferencia virtual, el investigador del Instituto de Geofísica (IGf) y actual director del Centro de Estudios Mexicanos (CEM) UNAM-Costa Rica, Carlos Valdés González, aseguró este martes que es “fundamental vigilar y monitorear estos enjambres sísmicos”, pues son “uno de los precursores del nacimiento de un nuevo volcán”.
Además, advirtió que “pueden representar riesgos para la población local si se presentan acompañados de otros factores”.
Aunque, señaló que, para que “ocurra una erupción volcánica o el surgimiento de un coloso, se requiere actividad sísmica, deformación del terreno, emisión de gases, manifestaciones hidrotérmicas y alteraciones visibles”.
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En su reporte, el académico refirió que del 1 de mayo al 8 de junio se registraron 242 microsismos en Michoacán, seis de ellos con magnitudes mayores a cuatro; mientras que de enero a junio sumaron 305; además, expuso que en enero de 2020 también hubo enjambres sísmicos, por lo que a la fecha el total es de cuatro mil 102 sismos.
Por su parte, Denis Xavier Francois Legrand, también investigador del IGf, precisó que aunque la ocurrencia del enjambre sísmico “es una condición importante, no es la única para el surgimiento de un nuevo volcán”, por ello es importante la vigilancia científica constante de este fenómeno, que no se sabe cuánto tiempo puede durar.
“Suponemos que estos enjambres están asociados al movimiento de magma, pero no siempre llegan a la superficie. Estos enjambres aparecieron en 1997, 1999 y 2006, y no llegó el magma a la superficie. Tal vez pasa lo mismo ahora, por lo que es muy importante seguir vigilándolos”, expuso
En tanto, Luis Antonio Domínguez Ramírez, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia, capital de la entidad (región), recomendó a los habitantes cercanos a la zona de movimientos sísmicos estén atentos de emanaciones de gases que también acompañan al surgimiento de actividad volcánica.
Finalmente, los académicos consideraron que aunque no hay información concluyente al respecto, es recomendable seguir una estricta vigilancia científica en la zona, estar pendientes de los mapas de riesgo y las recomendaciones de las autoridades de Protección Civil.
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CAB