Duque dijo que el principio de la nueva propuesta es que los de mayor ingreso contribuyan solidariamente con los más vulnerables
Luego de cuatro días de protestas, el presidente de Colombia, Iván Duque, solicitó al Congreso retirar la reforma tributaria y tramitar “de manera urgente” un nuevo proyecto en consenso con los parlamentarios y sectores de la sociedad civil.
“La reforma no es un capricho, es una necesidad”, sentenció el jefe de Estado en un mensaje en sus redes sociales, tras argumentar que esto se hace para recolectar los recursos necesarios para pagar los gastos que se requieren y ayudar a los más vulnerables.
“Retirarla o no, no era la discusión, la verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de programas sociales como prolongar el ingreso solidario, brindar educación universitaria gratuita a jóvenes de estratos 1, 2 y 3 y extender el subsidio a la nómina a través de PAEF, y extender la devolución del IVA”, puntualizó
Asimismo, el presidente de Colombia anunció que ya había dialogado con representantes de algunos partidos políticos, la sociedad civil, alcaldes y gobernadores y líderes del sector empresarial, “quienes han aportado valiosas ideas para lograr esta financiación sin afectar a la clase media y a los más vulnerables”.
De este modo, Duque dijo que el principio de la nueva propuesta es que los de mayor ingreso contribuyan solidariamente con los más vulnerables.
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De este modo, enfatizó que las líneas que se han evaluado, luego de escuchar las propuestas la ciudadanía, la Andi, el Consejo Gremial y los partidos políticos, son:
La nueva ley, concertada con partidos políticos, sector privado y sociedad civil, se enfocará en gravar temporalmente a empresas y a las clases sociales más ricas.
Entre otras cosas, la reforma contendrá una tasa de renta temporal a empresas, un impuesto al patrimonio, a los dividendos y a las personas de mayores ingresos, así como la apuesta por profundizar programas de austeridad del Estado, agregó.
Miles de personas salieron el sábado a las calles de las principales ciudades de Colombia para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores, en la cuarta jornada de protestas contra una reforma fiscal del Gobierno que dejan al menos cuatro muertos y cientos de heridos.
Los sindicatos y organizaciones sociales iniciaron el miércoles protestas en el país de 50 millones de habitantes para exigir al Gobierno del presidente Iván Duque el retiro de un proyecto de reforma tributaria que presentó al Congreso para subir los impuestos.
Los disturbios y los actos más graves de vandalismo se registraron en Cali, la capital del departamento del Valle del Cauca y la tercera ciudad más poblada del país, en donde tres personas murieron y encapuchados atacaron sucursales bancarias, oficinas gubernamentales, saquearon establecimientos comerciales e incendiaron estaciones de transporte público y autobuses.
Aunque organizaciones como Human Rights Watch denunciaron posibles abusos policiales en medio de las manifestaciones y grupos locales reportaron 14 muertos, la Policía Nacional respondió que ha sido respetuosa de los derechos humanos durante las protestas, así como de los protocolos y las leyes de Colombia.
La reforma fue planteada como una forma de aliviar el bolsillo de la cuarta economía latinoamericana para mantener ayudas a poblaciones vulnerables en pandemia, pero suscitó el rechazo de decenas de miles de personas que salieron a marchar.
Con la reforma, el gobierno aspiraba recaudar unos 6.300 millones de dólares entre 2022 y 2031, para estabilizar las finanzas de un país con un desempleo urbano del 16,8% en marzo, cuyo PIB cayó un 6,8% en 2020: su peor desempeño en medio siglo.
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CAB