El club cuenta con una superficie de 504,379 metros cuadrados y es propiedad de una sociedad civil.
El gobernador de Baja California, el morenista Jaime Bonilla, cumplió su amenaza en contra de los propietarios del Club Campestre de Tijuana, y este martes publicó un decreto en el que expropia el inmueble que alberga un amplio campo de golf, para convertirlo en un parque público.
La medida se da luego de reiteradas acusaciones en las que el Ejecutivo de esa entidad acusaba que el club mantiene varios adeudos fiscales con la entidad.
El club cuenta con una superficie de 504,379 metros cuadrados y es propiedad de una sociedad civil.
La argumentación esgrimida en el decreto que declara como utilidad pública las instalaciones del Club Campestre de Tijuana expresa que, los habitantes de Baja California, “tienen derecho a la protección de la salud y al acceso a la cultura, al tiempo libre y al ocio, para lo cual las autoridades tomarán las medidas necesarias para el pleno disfrute de estos”.
El decreto de expropiación, publicado este martes en el Periódico Oficial de Baja California, añade que “la propiedad privada no es absoluta, sino que esta puede ser expropiada, siempre que se cumplan (sic) con un objetivo de utilidad pública”.
Debido a que las instalaciones del Club Campestre de Tijuana “son idóneas para crear un área verde pública” y sobre todo, porque a esas instalaciones “solo pueden acceder” los miembros de la asociación del mismo, el gobierno del estado decidió la expropiación.
Específicamente, Jaime Bonilla considera que el acceso de los socios al Club Campestre “representa un beneficio para un grupo muy pequeño de personas, excluyéndose a un grupo aun mayor de personas el goce del área verde que representa” la instalación.
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AFG