En un video difundido, tres uniformados llaman a las fuerzas armadas venezolanas a “dejar el miedo” y “no seguir al servicio personal del régimen”
Tres militares desertores se atribuyeron el ataque del pasado 22 de diciembre a un cuartel del sur de Venezuela, que se saldó con la muerte de un oficial y el robo de 120 fusiles de asalto y 9 lanzagranadas, según la información oficial.
A través de un video, los militares José Hidalgo, Franklin Caldera y Russo Cárdenas aseguraron liderar el grupo rebelde que sustrajo las armas, al tiempo que señalaron que las utilizarán “para la protección” del pueblo venezolano.
“(Nos vimos obligados a) hacer uso de la fuerza en tierra venezolana para defender y hacer respetar nuestra Carta Magna de quienes hoy tienen secuestrados los poderes públicos de la nación mediante el engaño y manipulación de sus leyes”, dijo el militar que se identificó como José Hidalgo.
“Fuerza Armada, llegó la hora de dejar el miedo a un lado y no seguir al servicio personal del régimen (de Nicolás Maduro), rescatemos el honor de nuestra institución y dejemos que sean ellos mismos, quienes les ordenan, quienes tomen las armas como dicen públicamente y vengan a enfrentarnos”.
Por el ataque, el Gobierno de Maduro detuvo ya a 12 personas, incluidos el legislador opositor Gilber Caro, y señaló la complicidad de Brasil, Perú, Colombia y Ecuador, países que rechazaron de forma casi inmediata las acusaciones.
Este domingo, Hidalgo negó en su mensaje que los sublevados hayan recibido ayuda internacional o civil, puesto que “de lo contrario no se hubiese logrado el éxito de la extracción de las armas”.
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