El delegado presidencial de Bolivia calificó el incidente de “neocolonialismo criminal”, así como “vergüenza y papelón internacional”
Seis funcionarios españoles involucrados en un incidente diplomático en la embajada de México en La Paz abandonaron Bolivia el domingo, informó el gobierno boliviano.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, había pedido el sábado la salida de los funcionarios, después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de España negó en un comunicado que la visita de su encargada de negocios a la embajada de México en La Paz, “pudiera tener como objetivo facilitar la salida de personas que se encuentran asiladas” en esa sede diplomática.
El gobierno de Bolivia denunció que la diplomática española llegó “acompañada de encapuchados presumiblemente armados que intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestinamente a la embajada de México en La Paz”, donde están asilados nueve altos cargos del depuesto presidente Eve Morales.
La canciller boliviana Karen Longaric, denunció “abuso y atropello a la soberanía” de su país y anuncio una queja formal a España.
Tanto México como España informaron por separado que la visita de la diplomática española Cristina Borreguero era “de cortesía”, y rechazaron un supuesto plan secreto para sacar a los asilados a quienes el gobierno boliviano negó entregar un salvoconducto y les inició una demanda penal por “sedición, terrorismo” y fraude electoral en las recientes protestas que derivaron en la renuncia de Morales el pasado 10 de noviembre.
El gobierno interino de Bolivia ha tenido fricciones con el de México desde que ese país concedió asilo a Morales. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador denunció un excesivo control policial en las afueras de su embajada en La Paz.
España se vio implicada repentinamente en esa disputa, más aún cuando Jorge Tuto-Quiroga, delegado ante la comunidad internacional del Gobierno de facto boliviano señaló a Pedro Sánchez como autor de una conspiración e injerencia en la soberanía de Bolivia perpetrada con cuatro integrantes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) armados. Esto, armados y con pasaportes falsos.
El expresidente boliviano ahora se encuentra refugiado en Argentina. Fue señalado de fraude electoral para facilitar una cuarta reelección, lo que precipito las protestas que cobraron la vida de 35 personas.
El delegado presidencial de Bolivia, el conservador Jorge Tuto Quiroga, calificó el incidente de “neocolonialismo criminal” y culpó al presidente del gobierno español Pedro Sánchez por lo que calificó de “vergüenza y papelón internacional”.
El sábado, España desmintió “rotundamente” que la visita de la diplomática española persiguiese “facilitar la salida” de funcionarios de Morales y aseguró que, en todo caso, se trataba de una visita “exclusivamente de cortesía”.
Madrid anunció que enviará funcionarios al país sudamericano para aclarar qué sucedió el viernes, pero a la espera de los resultados de la investigación, lo ocurrido el viernes “pudo ser una encerrona preparada”, explican fuentes de Interior y círculos diplomáticos. Sin embargo varios medios españoles señalan que detrás de esta intervención, está proteger a los previsibles nuevos socios de gobierno de Sánchez, Unidas Podemos, ya que se deduce que varios ministros del gabinete de Evo Morales tendrían información “incómoda” sobre la financiación del citado partido político.
El conflicto entre los dos países americanos ha provocado que la Embajada mexicana pase a estar permanentemente bajo vigilancia, y por eso se sospecha que “alguien informó” de la llegada de la diplomática española para forzar el incidente y posteriormente establecer este dispositivo de seguridad en torno a la embajada.
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