Al conocerse su historia en redes sociales, el hombre fue contactado por un viajero en Canadá que le reembolsó lo que le habían robado.
En cualquier época del año, nunca faltan los vivales que buscan aprovecharse de las personas y ocultos tras un rostro “amable” roban y defraudan a los más vulnerables.
La historia de Don Alfredo, un hombre de 68 años de edad que trabaja como bolero en la ciudad de León, en Guanajuato, conmovió e indignó por igual el corazón de muchas personas que conocieron la forma en que fue estafado.
Todos los días el sexagenario sale a las calles de la ciudad, sin importar la pandemia, y trata de ganarse el sustento diario limpiando calzado.
El pasado 24 de diciembre, Don Alfredo salió a laborar con la esperanza de que existiera el suficiente dinerito para tener un detalle con su familia. Sin embargo ese día una persona se le acercó para “regalarle” 200 pesos.
Según con la narración del hombre, ese día una hombre y una niña llegaron hasta donde estaba él y le dijeron que le iban a dar un “obsequio”.
“Se presentó un señor con un carro blanco, se bajó una niña, me dice señor le habla mi papá, yo me arrimé a ver lo que necesita, seguramente traía zapato para arreglar y me dice; ‘Señor le voy a regalar 200 pesos’, me da el billete, pero el billete de 500 era falso, yo traía 270 en mi bolsa y saqué 30 pesos y se los completé, todavía me dice que Dios lo socorra” dijo.
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El acto de mala fe fue compartido por un usuario que ese mismo día también acudió con Don Alfredo para una boleadita, pero al pedir cambio, el hombre le contó lo que le había pasado.
“Llegue a la casa con mi esposa, me dicen qué traes, le dije, pues no traigo nada, me amolaron con un billete, dice ni modo hay gente que así obra de mala fe” expresó.
En redes sociales se viralizó la historia del bolero y llegó hasta Canadá a oídos de un paisano que por estas fechas regresó a nuestro país.
Fue así que Don Alfredo fue contactado por el viajero quien lo encontró y le entregó un billete real de 500 pesos para hacerlo olvidar la mala experiencia.
“Vino esta persona a bolearse y él me comentó que si me habían dado un billete falso, le digo yo si, y me dice que una persona de Canadá pidió que le reembolsaran el billete“, compartió el hombre que cobra a 30 pesos la lustrada de zapatos.
“Anteriormente teníamos más gente que se boleaba, ahora ya es menos por la entrada de los tenis, la gente llevaba dos o tres pares, los traía, ahora ya no, muy raro, hay veces que me voy con una o con dos boleadas o hay veces que me voy sin ni una”, finalizó.
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NCV
