El jugador debe controlar a Six, una pequeña niña que debe escapar de un montón de personajes escalofriantes y situaciones poco comunes.
Little Nightmares es un escalofriante videojuego que fue desarrollado en 2017 por Tarsier Studios y que jugué en este 2020. Su temática no es común y ni siquiera familiar. Me recuerda, más bien, a una pesadilla infantil. De hecho, tópicos como la pedofilia, la trata de personas, el suicidio y el consumo son los más evidentes a lo largo del juego.
En entrevista, Lucas Roussel, productor, y Dave Mervik, diseñador de narrativa, explicaron que el proyecto nació como una crítica a la avaricia y el consumo; pero evolucionó a una propuesta oscura en la que se muestra un lado muy oscuro del mundo que afecta a los niños.
Incluso, el videojuego iba a titularse Hunger; sin embargo, en su desarrollo se llegó a la conclusión de que en su relación de búsqueda como Hunger Game iba a ser confundido con la película The Hunger Games (Los juegos del hambre).
¿Cómo se juega?
La jugabilidad e historia de Little Nightmares son sencillas, aunque esconden elementos importantes que deben ser develados por el propio jugador.
La protagonista es una niña llamada Six quien se encuentra, aparentemente, atrapada en un barco llamado las Fauces. Ahí, hombres acaudalados se reúnen para traficar con niños.
En ese lugar, el jugador debe controlar a Six para ayudarla a escapar de un montón de personajes escalofriantes mientras sortea obstáculos que nos van regalando indicios sobre la historia del juego.
La jugabilidad, por un lado, es muy similar a otros juegos independientes (también llamados indies) que abordan una trama que se sale de lo ordinario. Proyectos como Limbo o Inside influyeron en gran manera a las mecánicas de Little Nightmares.
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El desplazamiento lateral y la resolución de puzzles se ven alterados únicamente por el uso de la profundidad, que consigue diferenciarlo de las obras de Playdead.
La duración del videojuego no es larga. Y se desenvuelve a manera de cuento macabro con cinco capítulos que transitan desde oscuras habitaciones hasta grotescas cocinas.
La pedofilia y el tráfico de niños
Con advertencia de spoilers, existen demasiados elementos gráficos que los desarrolladores de Tarsier Studios incluyeron para que el jugador dedujera la trama del videojuego. Producto de ello son las múltiples teorías que se elaboraron en distintos foros acerca del origen y destino de Six dentro de la historia.
Sin embargo, es muy claro que el estilo que Lucas Roussel y Dave Mervik imprimieron en Little Nightmares es oscuro y desolador. A través de la duración del juego se aprecia que las estancias de pesadilla nos mueven a pensar que se trata de niños siendo traficados para ser abusados sexualmente y, más tarde, devorados.
Por ejemplo, atravesaremos habitaciones con juguetes maltratados. Un hombre, llamado por la comunidad gamer como El Conserje, nos acechará en un cuarto lleno de camas con niños durmiendo lo que sugiere una especie de pedofilia.
En otro momento, un montón de hombres obesos perseguirán a los niños y los abrazarán tan fuerte que los asfixiarán hasta la muerte. También unos cocineros sumamente escalofriantes desmembrarán intestinos de infantes para prepararlos con el mejor sazón a sus invitados de las Fauces.
Para otorgar verosimilitud y profundidad al videojuego, Tarsier Studios optó por dejar fuera de pantalla cualquier indicador o guía. De ese modo, se crea un entorno inmersivo que provoque que el jugador no se sienta dentro de una ficción.
Suicidio
Los niños no son los únicos afectados en el videojuego. Tan pronto tomamos el control y comenzamos a jugar observaremos a un hombre colgado. Esto, aparentemente, manifestaría que algunos personajes sienten remordimiento por lo que sucede al interior de las Fauces.
Tarsier Studios abunda en temas difíciles pero necesarios para la sociedad. Además de la trata de personas y la pedofilia, también se tocan tópicos como el suicidio, la avaricia y el consumo lo que no ha sido retratado con cotidianidad.
Sin ser brusco y vulgar, el videojuego aborda estas temáticas de manera artística. De hecho, en su momento, la propuesta de estilo fue considerada como uno de los diseños artísticos más potentes y genuinos de toda la generación.
De ese modo, la depresión y el suicidio consecuente se aprecian en el entorno de la niña Six, quien al final consigue escapar de ese lugar y el jugador encuentra rápidamente los créditos del videojuego.
Después de los créditos, se ve a Six sentada junto a la entrada de las Fauces, presumiblemente esperando el bote de rescate. Mientras tanto, en el fondo se puede oír una sirena de niebla de un barco que se acerca. Esto es una clara señal a una secuela.
Con información de Reporte Índigo
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