Cada vez más, las profesiones virtuales de corte monetizador son confundidos por los jóvenes como parte de una nueva economía.
Influencers, youtubers, tiktokers, son algunas de las profesiones en la que que los jóvenes actualmente aspiran poder proyectarse para generar dinero de forma “rápida y divertida”, en lo que ellos consideran una nueva forma de activar la economía.
Sin embargo, la forma en la que los jóvenes perciben la obtención de ingresos económicos y la facilidad con la que ésta se va sin ingresar a prestaciones de seguridad social y de rendimientos futuros, hace que su percepción de economía sea endeble y sin futuro realista.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) y el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), en México la proporción de personas trabajadoras activas, relativa a la población retirada disminuye, es decir, la población que puede requerir una pensión se incrementa de manera más rápida que el crecimiento económico e ingreso fiscal, lo que implica un mayor cargo fiscal en el futuro, si no existe un crecimiento correspondiente de ahorro.
Profesiones virtuales como las mencionadas al inicio, son consideradas como negocios monetizadores, más no como una forma de generación de ingresos perdurable debido a la subida o bajada de interacción.
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Ahora bien ¿cuáles son estas vías para recibir dinero a cambio de esa creación de contenido en la red? Bien, a pesar de que existan muchísimas maneras de hacerlo, las principales fuentes son:
- Google Adsense: para los creadores que trabajan para servicios de Google, como por ejemplo YouTube, esta es una de ellas. ¿Cómo lo hacen? En el caso del gran botón rojo de internet, estos ingresos provienen de los anuncios que se visualizan antes y durante la reproducción de los vídeos que vemos en la plataforma. No proviene de los likes ni del número de seguidores que tenga cada canal, no, provienen en exclusiva de dichos anuncios. Aunque, eso sí, dentro de los vídeos el creador tiene distintas maneras de aumentar estas ganancias, sigamos viendo métodos de monetización.
- Suscripciones: en el caso de plataformas como Twitch, cuya empresa pertenece a Amazon, el método que se utiliza para ganar dinero son las suscripciones de los usuarios a los canales de este servicio. ¿Qué beneficios obtienen dichas suscripciones? Pues van desde stickers personalizados, chat VIP en el que el creador sólo lee a las personas que pagan, envío de mensajes en directo, directos privados … Una serie de beneficios que apoyan al creador a seguir elaborando contenido en directo para sus suscriptores.
- Afiliados: otra de las grandes formas de monetizar que puede utilizar cualquier influencer son los sistemas de afiliados. Uno de los más conocidos es el de Amazon, aunque todos funcionan prácticamente igual. El creador recomienda un producto o servicio de una empresa y deja a sus seguidores un enlace personalizado. Si estos usuarios entran desde esta url y realizan una compra, el creador se lleva una parte de los beneficios que esa empresa a ganado con cada pago. ¿Parece fácil? Lo es, pero para recibir un «sueldo» por parte de estas plataformas de afiliados los números de ventas han de ser relativamente altos para conseguirlo.
- Campañas publicitarias de productos o servicios: otro de los grandes conocidos y criticados por parte de los usuarios que consumen el contenido de los influencers. Si bien este se podría parecer al sistema de afiliados que acabamos de tratar, en esta ocasión es un único pago (en la mayoría de ocasiones) en el que el creador acepta promocionar un producto o servicio a cambio de una cuantía determinada. Por supuesto, recae por parte de la integridad que tenga cada creador el recomendar o no algo que le guste, o limitarse a ganar dinero a cambio de esta acción publicitaria.
- Asistencia a eventos: una gran forma de monetización, sobre todo, para aquellos creadores con contenido más mainstream. En este caso, las empresas llegan a un acuerdo con ese influencer para que asista a ciertos eventos y lo anuncie a sus suscriptores. Un ejemplo podría ser los influencers de moda, los gamers o los canales de contenido vlogger.
- Merchandising: seguramente te habrás fijado que muchos creadores elaboran productos con su logo, nombre o seña de identidad para luego venderlo online. Esto es lo que se conoce como merchandising.
- Venta de productos: se trata de algo parecido al anterior pero con un valor añadido superior. En esta forma de monetización entraría las creaciones como cursos, master class o, por ejemplo, los libros que no se basen únicamente en la imagen del creador. Esto suele asociarse a los creadores que tienen canales más dedicados a la enseñanza de algún tipo.
Los números de cada creador son el beneficio y la perdición del mismo. Al final, la imagen que dan de cara el público puede ser la de un usuario más que hace “vídeos graciosos”, habla de su vida o realiza tutoriales para otras personas.
Pero, si no tienen un conocimiento sobre los números que rodean a su proyecto y cómo usarlos a su favor, sus carreras no llegarán demasiado lejos; es por ello que los especialistas advierten la urgencia de que los jóvenes conozcan la realidad de la economía su impacto a nivel personal, social y mundial antes de definirse por este tipo de profesiones.
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NCV