Desde hace mucho tiempo yo he dicho claramente que el manejo político de cuestiones como la seguridad y el empleo es un delito en sí mismo. Claramente lo que se ha estimado es que el quebranto fiscal entre los salarios y la Seguridad Social es del orden de los 3500 millones de pesos de los 21,000 millones del delito de evasión fiscal que la Procuraduría Fiscal estima causan un daño al patrimonio del gobierno federal.
Según la información disponible estaríamos hablando que el 10% de los trabajadores de la plantilla laboral es decir los 500,000 trabajadores estarían sujetos a este sistema que los llevan a un periodo de trabajo incierto y una falta de prestaciones.
De conformidad con los cálculos de Carlos Romero Procurador Fiscal, en un parlamento abierto organizado por la Camaras de Diputado, pueden existir 6000 empresas de subcontratación ilegal que llegan a 21,000 millones de pesos en daños al erario público. Importante poner sobre la mesa las cifras de la población económicamente activa, son 23 millones de los cuales poco menos de 4.5 millones están sindicalizados en unas casi 3000 organizaciones de distintas filiaciones.
La verdadera tragedia empieza en que por lo menos 2,000,000 de estos trabajadores pertenecen a empresas del Estado que están exentas de cualquier auditoría. Porque precisamente la legislación de nuestro país exenta de cualquier tipo de auditoría a los sindicatos.
Resulta paradójico que los sindicatos que están para proteger a los trabajadores sean los beneficiarios en contra de los intereses de sus agremiados. Obviamente para tratar de compensar a los trabajadores a los cuales les han esfumado sus derechos, y que para tratar de dar una visión de normalidad, les dan bonos deportivos y culturales que solo preservan una idea más no el fondo del asunto de la ilegalidad del outsourcing.
El negocio es de tal tamaño, que algunos líderes sindicales, han sugerido que en las modificaciones legales, se determine que sean sus agrupaciones los que manejen los empleos temporales. Independientemente de consideraciones, es manifiesta la intención de Raquel Buenrostro Jefa del SAT, de acotar este estado de excepción y frenar la fuga de miles de millones de pesos.
Pero es una gran esperanza el compromiso con los gobiernos de Canadá y los Estados Unidos con el gobierno mexicano de transparentar y democratizar la vida de los sindicatos. Los viejos líderes y los viejos redimidos están en la misma situación, es el caso de Napoleón Gomez Urrutia, que sin duda es la mejor voz en contra del Outsourcing y que ha sido objeto de los ataques de otros líderes que no tiene buenas intenciones sino que buscan poder y las limosnas del reconocimiento del presidente. En este rubro evidentemente están Pedro Haces y Arturo Alcalde. Por otro lado hay líderes impresentables que han sido amantes de la ubre eterna del gobierno como Victor Flores, Francisco Hernández Juárez y Carlos Aceves del Olmo. Líderes sindicales que han pretendido, luchar por los derechos de los trabajadores, pero que finalmente se han eternizado en sus puestos a costa de los derechos de sus agremiados.
Soy un convencido de la protección a través de los sindicatos de los trabajadores. Pero también me ha tocado ver, con el paso del tiempo, una serie de líderes que solo buscan poder a través de sus agremiados. Su negociación tiene que ver con exprimir a los trabajadores pobres y que ellos puedan lograr puestos políticos e inclusive llegar a encabezar partidos políticos. Ellos están muy lejos de ser parte de la clase trabajadora. Sus hijos atendiéndose en los mejores hospitales y ellos, por su parte, codeándose con los más ricos.
En fin, es la tónica de nuestro atribulado país. Ladrones que se disfrazan en líderes. Políticos que utilizan las miserias ajenas para subir.
Por cierto, desde esta tribuna quiero felicitar al doctor “ Chimoltrufio “ Lopez-Gatell que controló la pandemia que está descontrolada. Es un ridiculo y está carente de progenitora. De la misma forma vuelvo a reconocer la gestión de Sheinbaum que está realizando 10 mil pruebas diarias para encapsular al virus y que con su código QR trata de aislar y avisar a quien haya estado en un lugar con caso de Covid-19 para que se pueda examinar y aislar.
Me queda claro y lo digo por enésima vez, que la jefa de gobierno ha hecho la mejor gestión de la pandemia, y que no es un asunto político, sino técnico. Ella, parte del proyecto fundamental del presidente, ha sido lógica y eficiente. López-Gatell ha sido una vergüenza. Estamos hoy por encima de los contagios del principio. Y el presidente en la necedad.
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