Pese a los avances en los últimos años, sigue la discriminación en la inclusión financiera de la población LGBTI, con efectos adversos en todo el ecosistema
La llamada inclusión financiera alude al “acceso a diversos productos financieros y servicios financieros de calidad”, bajo una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera para mejorar las capacidades financieras de todos los segmentos de la población.
Sin embargo, en el caso de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), se siguen presentando casos de discriminación y violencia generalizada en muchos países, que incluyen por supuesto la inclusión financiera.
De acuerdo con el Banco Mundial, pese a los avances legales y sociales que se han registrado en las últimas dos décadas en la materia, esta discriminación y violencia conduce a la exclusión, teniendo efectos adversos tanto en la vida de las personas LGBTI como en las comunidades y economías en las que viven.
Tomando en cuenta que las personas LGBTI obtienen resultados educativos más bajos debido a la discriminación, la intimidación y la violencia; también registran tasas de desempleo más altas, y sufren la falta de acceso a vivienda y servicios de salud y financieros apropiados. De esta forma, es probable que las personas estén sobrerrepresentadas en el 40 % más pobre de la población.
Al respecto, el Banco Mundial ha identificado tres áreas clave para mejorar la incorporación de la orientación sexual y la identidad de género en la inclusión financiera:
- Capacitación: sensibilizar al personal y los clientes acerca de las cuestiones relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género y desarrollar su capacidad de aplicar una visión que incluya esos temas en sus labores.
- Datos: concentrarse en la recopilación de datos cuantitativos y cualitativos poniendo énfasis en los resultados de desarrollo para las personas LGBTI.
- Operaciones: poner a prueba iniciativas y proyectos destinados a mejorar el acceso de las personas LGBTI a los mercados, los servicios y los espacios.
En este contexto, es de suma importancia que surjan iniciativas como el programa “Financiación Diversa”, impulsado por la Federación Mexicana de Empresarios LGBT+ (FMELGBT+) junto con Viwala, con el propósito de incrementar la inclusión financiera de los emprendedores LGBTQIA+ y empresas que apoyan a estas comunidades en el país.
Dicho programa surge como respuesta al bajo acceso que tienen muchos miembros de las comunidades LGBTI a los sistemas financieros convencionales.
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Estimando que la pérdida económica por esto representa al menos el 1 por ciento del PIB, sin mencionar el impacto antes mencionado en el bienestar de las comunidades y sus familias según los estudios del economista M. V. Lee Badgett.
Financiación Diversa apoya a las empresas y personas físicas con actividad empresarial LGBTI con un producto crediticio personalizado, que se adapta a las necesidades y se ajusta a los ingresos. Así, los pagos de capital e intereses están directamente relacionados con el desempeño financiero real de la empresa, lo que brinda a los empresarios flexibilidad sin ninguna dilución del capital.
“Buscamos otorgar a las empresas un mecanismo de financiamiento para potenciar el crecimiento y desarrollo de negocios con un impacto benéfico en las comunidades LGBTQIA+”, explica al respecto Karla Gallardo, Directora General de Viwala.
Subrayando que “en esta época en que las ventas son complejas, lo que hacemos es otorgar a las empresas un crédito que se adapte a sus ingresos, esto les permitirá seguir operando en estos tiempos difíciles”.
Los interesados en beneficiarse en dicha estrategia, pueden ingresar al sitio web www.viwala.com y dejar sus datos en el apartado “Solicitar Crédito”. Una vez que un ejecutivo se ponga en contacto, deberán demostrar el impacto positivo que su empresa tiene o tendrá en las comunidades LGBTI, así como someterse a un detallado análisis de su modelo de negocio.
“Para la selección de empresas contamos con procesos rápidos y automatizados, les solicitamos información sencilla y el proceso es ágil, la respuesta la obtienen en 4 días y si es aprobado el crédito, en un periodo de 10 días podrán tener el depósito del efectivo en sus cuentas”, indicó Gallardo. El monto de los créditos va de los 300 mil a los cinco millones de pesos.
IPR
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