En un momento histórico muy peculiar, con la guerra de Vietnam nace una contracultura que cuestionó duramente el estilo de vida estadounidense
El 22 de octubre de 1967 en Estados Unidos, Reino Unido y Europa occidental se realizaron grandes manifestaciones contra la guerra de Vietnam, el conflicto armado que enfrentó a las dos partes en que se dividía el Estado de Vietnam (norte y sur) entre 1959 y 1975, y que a raíz de la intervención de cerca de 40 países se convirtió en un conflicto global, uno de los más recordados del período de la Guerra Fría.
Hasta el final de la segunda Guerra Mundial, Vietnam había sido una colonia francesa bajo la denominación de Indochina, y aprovechando el reordenamiento global que se dio en ese momento, declaró su independencia junto a otros países de la zona como Laos y Camboya.
No obstante, desde el primer momento quedó claro que en la nueva república estaban conviviendo dos modelos antagónicos: uno de corte capitalista y otro comunista, con diferencias tan marcadas que ni los acuerdos posteriores a la retirada de Francia lograron conseguir la estabilidad entre los vietnamitas.
Uno de esos acuerdos fue la división del país en el Vietnam del Norte y el Vietnam del Sur, cuya frontera quedó marcada por el paralelo 17. Sin saberlo, con ese gesto los integrantes de los dos países habían iniciado una larga confrontación que solo se resolvería a mediados de los años 70.
Habiendo expulsado a los franceses en 1954, el territorio vietnamita fue dividido en dos, bajo la Convención de Ginebra: el norte comunista y el sur capitalista.
En un principio de tenía pensada una reunificación en un plazo de dos años, por medio de elecciones generales. Pero ante la premonición de que Ho chi Minh resultara ganador, y convirtiera a todo Vietnam al comunismo, entonces fue que Estados Unidos intervino para impedir el expansionismo de su némesis, mientras el norte comenzó a recibir ayuda armamentista por parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), dando abriendo uno de los capítulos más intensos de la Guerra Fría.
Entonces, a inicios de 1964, el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson dio su visto bueno para bombardear Vietnam del Norte, marcando formalmente el inicio de la guerra de Vietnam.
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Dado que las hostilidades venían de tiempo atrás, las protestas contra la intervención en Vietnam comenzaron en 1963 y se extendieron a gran velocidad principalmente por todo el territorio estadounidense, polarizando a la sociedad entre quienes abogaban por continuar la guerra y quienes deseaban la paz inmediata.
Con la participación de todas las facciones de la sociedad estadounidense de la época, las formas de protesta fueron desde grandes manifestaciones pacíficas -como la del 24 de abril de 1971 en que más de 500 mil personas marcharon pacíficamente por Washington D.C -, a violentos enfrentamientos callejeros.
Numerosos documentos robados por activistas al FBI durante la década de 1970 y otros desclasificados demuestran que el gobierno de Estados Unidos, a través del FBI y otras agencias, espió, acosó y desestabilizó a un sin número de organizaciones contrarias a la guerra —incluyendo a sus líderes, militantes destacados y grupos de simpatizantes—, asociaciones a favor de los derechos civiles y otras organizaciones y personas consideradas disidentes o comunistas.3
En un momento histórico en el que los movimientos por los derechos civiles y las protestas antibelicistas confluyeron, muchas veces unieron fuerzas y vieron nacer una contracultura que cuestionó duramente el estilo de vida estadounidense.
Así, el hippismo fue el principal abanderado de este cambio social que propugnaba el libertarismo, el pacifismo, el amor libre, abandonar el consumismo y todo modo en que hasta entonces, las personas habían estructurado sus vidas.
Finalmente, con el paso de los años, la guerra de Vietnam terminó siendo un conflicto devastador tanto para los vietnamitas como para los estadounidenses, y el mundo entero.
Vietnam contabilizó un mínimo de 1,100,000 muertos, aunque otras fuentes hablan de entre 3.8 a 5.7 millones de decesos, mientras que Estados Unidos contabilizó cerca de 58,000 fallecidos.
También, fue un desastre ambiental, dado que en Vietnam cayeron más del doble de toneladas de bombas que solo Estados Unidos y Reino Unido lanzaron en la Segunda Guerra Mundial; y gran parte de estos bombardeos fueron con bombas químicas, como el herbicida conocido como “Agente Naranja”, que desató una oleada de crítica a nivel global por sus consecuencias inhumanas.
Pero, Estados Unidos no salió victorioso en esta intervención bélica, pues la ferocidad del Frente Nacional de Liberación de Vietnam (también conocido como Việt Cộng) y sus golpes estratégicos, en 1973 Washington decide replegar sus tropas, y dejar a su propia suerte a Vietnam del Sur.
Así, dos años después, con la toma de Saigón el 30 de abril de 1975, la guerra en la península Indochina llegó a su fin y el país pasó a ser la República Socialista de Vietnam.
IPR
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