Existen métodos de engaño como el smishing y el Phishing; SMS y correos fraudulentos que suplantan la identidad de instituciones o empresas
Los ciberdelincuentes suelen mostrársenos como genios informáticos que son capaces de saltarse la seguridad de la C.I.A., el Pentágono o la NASA en apenas unos segundos mediante genialidades incomprensibles para el resto de los mortales.
Sin embargo de que esta idílica visión dista bastante de la realidad, es un hecho que no hay que pasar por alto el alcance de las tecnologías de la información para sacar provecho de los otros.
Los ciberdelincuentes forman parte cada vez más de organizaciones criminales internacionales sin escrúpulos; cuyo único objetivo es el beneficio económico. Aparte de ellos, existen servicios de inteligencia y espionaje en todos los países.
En estos tiempos, cada vez son más las mismas organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, armas y personas; mismas que abren sus negocios en el terreno informático; tanto por la alta rentabilidad económica que producen, como por el reducido riesgo que conllevan.
Algunos métodos de estafa
Justo en el confinamiento por la pandemia, se han aumentado los ciberataques. Las personas que se valen de estos medios aprovechan el teletrabajo y el incremento de uso de móviles para acceder a noticias e información al respecto. Utilizan los métodos de ingeniería social adaptados a las tecnologías de la información para que sus víctimas muerdan el anzuelo:
Existen distintos métodos de engaño. Por ejemplo, hay SMS fraudulentos (smishing). Se trata de enviar mensajes sobre ayudas económicas y temas laborales como ERTEs y bajas sanitarias; suplantando a organismos públicos, ministerios, comunidades autónomas e incluso bancos.
También está el Phishing; es decir, correos que suplantan la identidad de instituciones o empresas, tiendas online, cupones, regalos, o lo que se les ocurra para conseguir entrar en enlaces y rellenar un formulario con contraseñas, datos de tarjetas o bancos.
Además, están las llamadas del falso servicio técnico. Incluso cuando se trata de un método antiguo, los estafadores consiguen engañar en nombre de alguna organización tecnológica para resolvernos un inexistente problema y conseguir los nuestros datos o meter malware en los dispositivos.
Alguna otra estafa es el Ransonware, Consiste en “secuestrar” datos cifrándolos y posteriormente extorsionar para devolvérnoslos o no hacerlos públicos por un precio adecuado.
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Entre estafas online, noticias falsas o regalos inexistentes, el objetivo de estas campañas siempre es tu dinero. Ante un escenario tan riesgoso, lo mejor aprovechar, en la medida de lo posible, las tecnologías de la información para evitar cualquier timo.
Para protegerse frente a estos ciberataques, la tecnología debe ser bien administrada. Es necesario seguir una serie de pasos sencillos, pero efectivos. Por ejemplo:
- No abrir correos de remitentes desconocidos o no solicitados, ni pinchar en sus enlaces ni abrir sus adjuntos. Ante la duda, remitirlos a tu departamento de IT para su análisis.
- Si tienes dudas sobre el contenido de un mensaje, especialmente cuando traten temas económicos, contactar directamente con el remitente para confirmar su veracidad.
- Confiar en el sentido común. Si algo te hace sospechar, pide ayuda a los expertos o implicados antes de que sea tarde.
- Nunca proporcionar información personal o confidencial; incluyendo claves, en páginas de dudosa reputación a las que hayas sido dirigido de forma indirecta.
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