Entre los elementos centrales del tratado, se ubica un capítulo sobre la protección de las inversiones
El pasado 28 de abril se anunció la conclusión de un nuevo acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y México, mejor conocido como TLCUEM; mismo que traerá beneficios el sector que ocupa la economía liberal; es decir, aquel que beneficia el libre comercio entre particulares.
Entre los elementos centrales del tratado, se ubica un capítulo sobre la protección de las inversiones. Según se estableció, México será el primer país latinoamericano en firmar con Europa un tratado que incluya esta dimensión.
Los beneficios para el capital europeo son buenos: representa el 35% de la inversión extranjera directa (IED) en México. No obstante, para nuestro país, este apartado podría representar un riesgo considerable.
Además, de las 31 demandas de arbitraje que enfrentaba hasta fines del 2019, siete fueron presentadas por empresas europeas (cinco españolas y dos francesas).
Es decir, que con lo pactado, existe el riesgo de que se consolide la profunda asimetría establecida entre los intereses de las empresas y los derechos humanos; un elemento que si bien sería bueno para beneficiar a las empresas privadas, afectaría al capital del Gobierno.
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Sin embargo de este pequeño desajuste que proviene de un modelo de la economía liberal, en puntos positivos, este acuerdo de última generación incluye nuevas disciplinas como energía y materias primas, desarrollo sostenible, pequeñas y medianas empresas, buenas prácticas regulatorias, transparencia y anticorrupción, entre otras.
Asimismo, se concertó mantener un flujo abierto de comercio e inversión que será fundamental para proteger los empleos; además de prevenir el colapso de las cadenas de suministro y garantizar que los consumidores tengan acceso a bienes en las mejores condiciones en los mercados.
La Secretaría de Comercio mexicana apuntó que una vez concluido el proceso de negociación, será necesario concretar algunos procedimientos para que el TLCUEM entre en vigor; tales como la revisión legal del acuerdo (ya con avances significativos) y la traducción a todos los idiomas de la UE.
Cabe mencionar que la UE es el tercer socio comercial de México y segunda fuente de inversión extranjera directa. Tan sólo en el 2019, el comercio México-UE sumó 75,5 mil millones de dólares, donde las exportaciones mexicanas alcanzaron casi 25 mil millones de dólares. Por su parte, las inversiones de los 27 países de la UE en México alcanzaron cerca de 180 mil millones de dólares.
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CAB