Los repartidores enfrentan una dura realidad laboral, de la cual a veces no estamos conscientes.
Actualmente, debido a la pandemia, uno de los trabajos que más ha crecido es el de los repartidores.
Lo cierto, es que aunque es una muy buena opción para obtener mayores ganancias laborales o dedicarse de lleno a eso, los repartidores enfrentar una dura realidad que se resume en precarias condiciones laborales.
Ante ello, los repartidores han decidido alzar la voz, y este 8 de octubre realizarán un paro internacional para exigir mejores condiciones de trabajo, como mayor protección frente al coronavirus y a su integridad personal.
Los repartidores deben darse de alta ante los sistemas tributarios de los países para hacer el pago de impuestos que corresponde a sus ingresos, sin embargo, la compañías no están obligadas a sumarlos a los sistemas de seguridad social o una pensión como sus empleados, aunque uno de los beneficios que tienen es la oportunidad de establecer su propio esquema para trabajar.
La Organización Mundial del Trabajo (OIT) considera que estas plataformas recrean prácticas laborales que se remontan al siglo XIX y pueden dar paso a futuras generaciones de “jornaleros digitales”, por lo que recomendó a los países situar a las personas y el trabajo que realizan en el centro de las políticas económicas y sociales para garantizar la protección social y el acceso a ciertos derechos laborales.
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En el análisis “Las plataformas digitales y el futuro del trabajo”, la OIT declara que la mayoría de las plataformas consideran que sus trabajadores son independientes, con lo cual los privan de las protecciones dispuestas en las legislaciones laborales y en materia de seguridad social.
En estas plataformas laboran personas de la tercera edad que han quedado fuera del mercado laboral, madres solteras, jóvenes que combinan el trabajo con la escuela o migrantes, la mayoría con altos niveles de estudios y una edad promedio de 32 años de acuerdo con la OIT.
Las organizaciones y sindicatos de repartidores de los países que participaran en el paro mundial alistan jornadas en las que consideran caravanas, concentraciones en los diferentes Ministerios del Trabajo y en la sedes de las plataformas.
Como parte de los argumentos de las marchas, los trabajadores relatan que durante la contingencia sanitaria en algunos países, como Argentina y Perú, los repartidores enfrentan mayores retos, porque las empresas recortaron hasta en cincuenta por ciento sus salarios, por lo que se han visto obligados a aumentar sus jornadas laborales.
Así, siempre es bueno recordar que aunque parece una labor fácil, los repartidores están expuestos además de al virus, a malos tratos, accidentes, poca seguridad social y un salario que parece no hacerles justicia.
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AFG