Miguel de Unamuno y Jugo era el tercer hijo y primer varón del matrimonio habido entre Félix María de Unamuno Larraza y su sobrina
Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao, el 29 de septiembre de 1864, y murió en Salamanca, el 31 de diciembre de 1936.
Reconocido escritor y filósofo español perteneciente a la generación del 98, en su obra cultivó gran variedad de géneros literarios como la novela, el ensayo, el teatro y la poesía.
Aparte de ser un literato, logró posicionarse como rector de la Universidad de Salamanca, a lo largo de tres periodos. También fue diputado de las Cortes constituyentes de la Segunda República, de la que se fue distanciando hasta el punto de secundar la sublevación militar que dio inicio a la guerra civil.
Debido a la dificultad de abordar brevemente su obra y vida, te presentamos cinco datos cruciales sobre él que podrían acercarte directamente a su producción. Si bien no tienen que ver directamente con sus creaciones, si describen un poco lo que representa su trayectoria.
Orígenes
Miguel de Unamuno y Jugo era el tercer hijo y primer varón del matrimonio habido entre el comerciante Félix María de Unamuno Larraza y su sobrina, María Salomé Crispina Jugo Unamuno, diecisiete años más joven. Aún pequeño, en las catequesis preparatorias para la primera comunión, en la iglesia de San Juan, conoció a quien, andando el tiempo, sería su novia y esposa, con la que tendría nueve hijos: Concepción Lizárraga, Concha.
Momento clave de su vida
Al acabar sus primeros estudios en el colegio de San Nicolás y a punto de entrar en el instituto, asistió como testigo al asedio de su ciudad durante la Tercera Guerra Carlista. En detalle, la tercera guerra carlista fue un conflicto bélico civil desarrollado en España entre 1872 y 1876. Partidarios de Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista al trono, y los gobiernos de Amadeo I, de la I República y de Alfonso XII se enfrentaron por la supremacía de sus líderes.
Este evento social se transportó a pequeñas ciudades de España. Justamente le ocurrió a Unamuno. Lo que sucedió fue lo siguiente. Al mando del general Elío, la villa donde vivía quedó sitiada por las tropas carlistas desde el 28 de diciembre de 1873. A partir de febrero de 1874, la situación se agravó. Quedó interrumpido cualquier abastecimiento. Por último, el día 21 del mismo mes comenzó un bombardeo. El sitio finalizó el 2 de mayo de 1874 con la entrada de las tropas liberales al mando del general Gutiérrez de la Concha.
Afrenta contra régimen de Franco
Llegó en tres ocasiones distintas a convertirse en rector de la Universidad de Salamanca. Pero el cargo no fue a perpetuidad, pues Miguel de Unamuno se postró firmemente en contra del gobierno de Franco. Esto no le agradó a muchos que apoyaban el régimen. Corrió varias veces peligros en ciertas situaciones en las que no aprobaba acciones del gobierno, y fue destituido de su cargo por su forma de pensar.
Precisamente, el 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la Universidad, durante el acto de apertura del curso académico que coincidía con la celebración de la Fiesta de la Raza, se enfrentó públicamente al general Millán-Astray, militante de Franco; que había pronunciado unas soflamas contra la inteligencia y exaltadoras de la muerte.
Ante esta reacción, pudo ser ejecutado allí mismo, pero la esposa de Franco, lo tomó del brazo y salió con él lentamente de la sala. Pocos días después, el viejo profesor Unamuno fue destituido como rector y puesto bajo arresto. Esto sucedió cuando le quedaban poco más de dos meses de vida.
Un nuevo género
En la época literaria que rodeaba al autor, se exigían unos rígidos patrones de procedimiento a la hora de escribir y publicar una novela. Es decir, había una temática particular: líneas de tiempo y acción específicas, convencionalismos sociales. En otras palabras, una especie de guion no escrito pero aceptado por todos.
Esto suponía para Unamuno un corsé. Para desprenderse de alguna forma, para expresarse en sus páginas como estimara oportuno, su solución fue inventar un nuevo género literario. Lo bautizó como «nivola». Buscaba no atenerse a crítica ninguna en lo referente a reglas de estética o composición. Precisamente, quería atender a las reglas que él mismo hubiese diseñado. Según lo expresa en Niebla (1914), en el capítulo XVII:
—¿Y cuál es su argumento, si se puede saber?
—Mi novela no tiene argumento, o mejor dicho, será el que vaya saliendo. El argumento se hace él solo.
—¿Y cómo es eso?
—Pues mira, un día de estos que no sabía bien qué hacer, pero sentía ansia de hacer algo, una comezón muy íntima, un escarabajeo de la fantasía, me dije: voy a escribir una novela, pero voy a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá. Me senté, cogí unas cuartillas y empecé lo primero que se me ocurrió, sin saber lo que seguiría, sin plan alguno. Mis personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a poco. Y a las veces su carácter será el de no tenerlo.
—Sí, como el mío.
—No sé. Ello irá saliendo. Yo me dejo llevar.
—¿Y hay psicología?, ¿descripciones?
—Lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen, que hablen mucho, aunque no digan nada (…). El caso es que en esta novela pienso meter todo lo que se me ocurra, sea como fuere.
—Pues acabará no siendo novela.
—No, será… será…nivola.
Obra
De ideas que mudaron muchas veces: católico y antirreligioso, europeísta y españolista, perteneció al Partido Socialista de 1894 a 1897, fue diputado republicano (1931-1933) y, desencantado con la República, apoyó inicialmente el golpe de Franco.
Esta indecisión se vio relevada en su obra. Fue poeta, dramaturgo y cultivó con éxito la poesía. En esta última dio rienda suelta a sus preocupaciones existenciales. Hablaba sobre la angustia por el silencio de Dios, el paso del tiempo y la muerte. En el teatro, actualizó la tragedia de Eurípides en Fedra (1918). También tenía los libros de viajes (Por tierras de Portugal y España, 1911); así como muchos epistolarios: escribió cerca de 50 mil cartas, de las que solo se conservan 3 mil
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