La pandemia obligó a que se revisaran las condiciones en que se desenvuelven las personas que trabajan en el transporte marítimo
El transporte marítimo es la acción de llevar personas o bienes por el mar, de un punto geográfico a otro a bordo de un buque o navío, y a nivel mundial es el modo que más se utiliza para el comercio, dado que es el que soporta un mayor movimiento de mercancías, tanto en contenedor, como graneles secos o líquidos.
El transporte marítimo ha constituido el mejor medio de comunicación entre los pueblos que pueden estar muy lejanos, existiendo testimonios de que en el siglo xxv a. C. ya había expediciones marítimas asirias hasta el extremo occidental de Europa en búsqueda de estaño y en los siglos siguientes de expediciones egipcias, fenicias y persas con el mismo objetivo.
Después, los egipcios, los fenicios y los chinos fueron algunas de las culturas que ya empleaban esta vía para hacer comercio, atribuyéndose a los vikingos la capacidad de crear embarcaciones que fuera capaces de navegar ya sea por ríos como por mares; siendo ellos los primeros en conseguir llegar, desde la península escandinava, a Inglaterra, al mar Mediterráneo y, finalmente, al norte de América.
Cristóbal Colón y Marco Antonio son otro ejemplo de los alcances del transporte marítimo en temas como la economía y el comercio al movilizar mercancías y seres humanos. Sin embargo, el transporte de personas por vía marítima ha disminuido su importancia como consecuencia del desarrollo de la aviación comercial.
Así, en el día dedicado al medio marítimo, el titular de la ONU, António Guterres, resaltó que más del 80 % del comercio mundial se moviliza por esa vía, destacando la labor de la gente de mar, que pese a la pandemia de COVID-19, siguió trabajando con intensidad para mantener activa la cadena internacional de suministros vitales.
Considerados el corazón del transporte marítimo, los trabajadores del mar han sido seleccionados como el lema para 2021, reflejando una clara necesidad de generar conciencia sobre su papel vital el comercio mundial, así como de aumentar su visibilidad.
Y es que, este sector permanecen lejos de sus familias por extensos períodos de hasta año y medio, lo que genera un cansancio físico y mental; el cual se ha exacerbado al extenderse mucho más allá de las normas estipuladas en las convenciones internacionales su tiempo en altamar, superando en algunos casos ya los 17 meses.
De esta forma, la pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la entrega, profesionalismo y sacrificio de los dos millones de marinos que sirven en la flota mercante mundial, al no dejar de mover más del 80 % del comercio mundial, con suministros médicos vitales, alimentos y otros bienes básicos que son fundamentales ahora más que nunca.
Aunque el lema para este año es “Un transporte marítimo sostenible para un planeta sostenible”, la pandemia obligó a que se revisaran las condiciones en que se desenvuelven las personas del mar, dado que cientos de miles de marinos se han enfrentado a una crisis humanitaria sin parangón, al no poder descender de las embarcaciones por la crisis sanitaria.
Esta situación es urgente que los gobiernos la resuelvan, para garantizar que se puedan efectuar los cambios de tripulación de manera segura.
IPR
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