Escribió artículos en los que abogaba por el uso de la cocaína con fines terapéuticos y demostró las propiedades de la cocaína como anestésico
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, murió un día como hoy, pero de 1939. Acabó sus días entre los sufrimientos provocados por el cáncer de paladar que le fue diagnosticado en 1923.
No obstante de ser una de las figuras más influyentes del pensamiento contemporáneo y concebido como el académico obsesionado con las cuestiones sexuales, destacó también por otros motivos.
A más de un siglo de su nacimiento y 81 años de su muerte, queremos contarte algunos datos que quizás no sepas de él. Una buena introducción podría ser que su consejo más conocido era: “Si quieres vivir, prepárate para morir”.
1. Formación
A pesar de ser judío, el joven Sigmund fue educado al margen de cualquier idea religiosa y nacionalismo. Su familia era muy pobre, pero esto no fue un obstáculo para que ingresara en la Universidad de Viena a los 17 años, donde estudió Medicina. Ante el creciente ambiente de antisemitismo que se respiraba en la capital austríaca, decidió cambiarse el nombre y pasó de llamarse Sigismund a llamarse Sigmund.
2. Sabía español
Aprendió español de forma autodidacta y fundó junto con su amigo Eduard Silberstein una especie de sociedad secreta a la que llamaron Academia Castellana. En ella se hacía llamar Cipión y su amigo y Berganza. En este pequeño conjuntos emprendieron la lectura de obras de Miguel de Cervantes y otros clásicos.
3. Sus estudios con estupefacientes
Entre 1884 y 1887, escribió una serie de artículos en los que abogaba por el uso de la cocaína con fines terapéuticos. Además, en algunos experimentos posteriores demostró las propiedades de la cocaína como anestésico local. Para 1884 publicó un artículo titulado Über Coca (Sobre la coca) en el que ofrecía al lector una enorme cantidad de datos sobre la historia de la utilización de esta planta en Sudamérica, su exportación a Europa; así como sus efectos en los seres humanos y los animales, y sus múltiples usos en terapéutica.
4. Vida amorosa
En 1886, Freud se casó con Martha Bernays. Su amor por Martha surgió desde la primera vez que la vio. Ella nació en el seno de una familia judía en Hamburgo, Alemania en 1861. Era hija de un gran comerciante y su esposa, con gran prestigio en la comunidad.
Después de un sinnúmero de cortejos, Freud se ganó el corazón de Martha y consideró este hecho como una victoria por dos razones. La primera, según unas cartas publicadas sobre su relación, que la “princesa”, como él le decía, provenía de una familia de mayor rango social que el suyo; la segunda, que aunque pertenecía a una familia sumamente religiosa, Martha había aceptado desposar a un hombre completamente ateo.
5. El fracaso de la hipnosis, su teoría más controversial
Basándose en algunos experimentos llevados a cabo por su mentor Josef Breuer, Freud abrió una clínica para realizar sus prácticas en el campo de la neurosis y de la histeria en las que uso la hipnosis y la catarsis. Una misteriosa paciente llamada Anna O fue tratada por Breuer y Freud en aquel entonces. El tratamiento consistía en inducir en la paciente un estado hipnótico que le permitiese rememorar las circunstancias previas a la aparición de sus síntomas.
A pesar de que todo parecía ir bien, en la lectura del caso clínico se observó con claridad que Breuer improvisó y modificó el tratamiento de acuerdo con el extravagante cuadro sintomático de su paciente. Al acabar el tratamiento catártico, la paciente no había mejorado y acabó siendo internada en un centro psiquiátrico.
Además, una vez recuperada, Berta Pappenheim se volcó en la causa feminista. Debido al fracaso de sus estudios, poco después Freud abandonó estas técnicas en favor de la asociación libre; con esta técnica creyó poder aliviar los síntomas de sus pacientes.
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CAB