Los agricultores son responsables de los cultivos y requieren de conocimientos para mantenerlos en condiciones óptimas.
Este 9 de septiembre está dedicado al Día Mundial de la Agricultura y a las personas que se dedican a cultivar o labrar la tierra para producir una buena cosecha que le proporcione sustento y a su vez, alimente a la población. Su labor es fundamental para los seres humanos ya que sin víveres, no podríamos vivir.
Hay diferentes tipos de agricultores, entre ellos, el granjero orgánico, centrado en la producción de frutas, verduras, granos o ganado sin el uso de fertilizantes químicos o herbicidas. Asimismo, el avícola, enfocado a las aves domesticadas como gansos, patos, pavos o pollos; apicultor, responsable de las abejas productoras de miel, polen, jalea real y cera de abejas. También, el vermicultor, aquel que cultiva gusanos que vuelvan el suelo rico en nutrientes, desde luego, no pueden faltar en la lista, el cultivo de granos y forrajes o la producción de lácteos.
La agricultura surge en el período Neolítico con el cuidado de trigo y cebada, que en ese tiempo constituían la base alimenticia. Con el tiempo, se pulió el conocimiento práctico, así como el desarrollo de maquinaria que coadyuvara con el tratamiento de la tierra.
Por su parte, en medio de la pandemia, la crisis sanitaria ha destacado la importancia del cultivo.
Esta pandemia nos enseña y prepara para trabajar con mayor unidad, a fortalecer cada vez más los protocolos sanitarios e implementar infraestructura productiva y logística para estar prevenidos.
Declaró el titular de la Sader, Víctor Manuel Villalobos.
El abasto de alimentos muchas veces se da por hecho, pero viene del esfuerzo de agricultores, campesinos y ganaderos que no han bajado los brazos aunque todos ellos están expuestos al virus porque la agricultura no puede parar.
Agregó.
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