Hace 499 años caía la Gran Tenochtitlán ante el ejército de Hernán Cortés y una nueva historia estaba por escribirse
El 13 de agosto de 1521 Cuauhtémoc fue capturado, lo que significó la definitiva caída de Tenochtitlán en manos de los españoles. A partir de esta fecha inicia el periodo de la historia de México conocido conocida como la colonia que dura tres siglos de 1521 a 1821.
La conquista de Tenochtitlán es el gran suceso donde se somete al pueblo mexicano por los españoles para apoderarse de su territorio y de su población, dando pauta de inicio del periodo conocido como la Colonia.
Tras el desembarco de Hernán Cortés en las costas de Cozumel en febrero de 1519 para así llegar posteriormente a Yucatán y de ahí proseguir su trayecto a Veracruz hasta llegar al territorio Azteca, donde es recibido por Moctezuma II, tlatoani de los mexicas en el periodo 1502-1520.
Pero éste muere a manos de los españoles y le sucede Cuitláhuac en el trono, pero fallece rápidamente a consecuencia de la viruela introducida al territorio por los españoles, para ser reemplazado por el heroico Cuauhtémoc, quien es hecho prisionero y torturado, significando la caída del gran imperio de Tenochtitlán.
“La conquista de México-Tenochtitlán llenó las arcas de la monarquía española de oro pero sobre todo de plata y a partir de esta riqueza acumulada en la península ibérica, se distribuyó al resto de los países europeos, digamos que ese hecho, la rendición de Cuauhtémoc ese 13 de agosto de 1521, propició que el mundo sea como hoy lo conocemos, que el mundo tenga una orientación hacia la civilización occidental”, explica Juan Gerardo López, director del Archivo Histórico de la Ciudad de México.
La conquista de México-Tenochtitlán impone el reemplazo de una cultura por la occidental, en aspectos primordiales como la economía, la cultura y la ciencia.
El 13 de agosto de 1521, cayó Tenochtitlán ante la monarquía española. La rendición de Cuauhtémoc propició que el mundo sea como hoy lo conocemos, México aprendió de la victoria y la derrota… #AbreLosOjos @enriquereporte por @ImagenTVMex pic.twitter.com/6PCzPZgEqM
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A casi 29 años de la llegada de Cristóbal Colón a lo que fue el Nuevo Mundo, y una vez sometido el Imperio Azteca a la Corona Española que la representaba en ese momento el rey Carlos V, suceden sentimientos de hispanofobia y de hispanofilia en la naciente Nueva España.
Durante los siguientes tres siglos, los criollos fueron los principales oponentes de la corona española durante la Nueva España y el comienzo del México independiente, pero fueron los criollos también sus máximos defensores, como es el caso de los miembros del Partido Conservador, compuesto principalmente por criollos.
“Tanto en el caso de Colón y los conquistadores, como en el caso de los próceres confederados en Estados Unidos, es un fenómeno relativamente reciente que en su momento obedeció a intereses político-ideológicos muy específicos y que entre tradición e inercia se ha preservado hasta la fecha, así que ahí podemos encontrar un punto de convergencia entre movimientos antirracistas en Estados Unidos, Europa occidental y América Latina y podemos explicarnos los atentados contra estatuas y monumentos históricos”, explica Harim Gutiérrez, historiador de la UMA Xochimilco.
Así, a lo largo de 500 años, se han sucedido hechos que dieron paso a mitos y eventos emblemáticos, como la gran derrota que el 30 de junio de 1520 sufrió Hernán Cortés a manos de los mexicas, que retrasó por meses la conquista.
Conocida por años como la Noche Triste y teniendo como eje un ahuehuete ubicado sobre la actual Calzada México-Tacuba, en la colonia Tacuba, en donde se dice que el invasor español se lamentó por los hombres y caballos que murieron acribillados, mientras que otros ahogados en el Lago de Texcoco.
“Para la comunidad asentada aquí en Popotla y que recibimos la visita de mucha gente por el árbol de la mal llamada Noche Triste, es un triunfo. Nosotros nos hemos encargado desde hace 10 años solicitándole a las autoridades el cambio de este lugar, ya no de la calle porque es desgastante hace cambio de nomenclatura, pero la plazuela del árbol debería ser llamado Plazuela del Árbol de la Noche Victoriosa”, dice Alejandro Arias, coordinador del Centro Cultural “Árbol de la Noche Victoriosa”.
Sin embargo, pese a que para los pobladores locales fue una noche victoriosa, la determinación de “noche triste” marcó el destino de la Ciudad de México, y por eso es que se pide hacer el cambio histórico hacia la visión del pueblo valiente que encaró a Hernán Cortés.
“Estamos hablando de un país que está cambiando de alguna manera, se nos está cambiando la forma de pensar a los mexicanos, ¿por qué seguirnos sintiendo mediocres o derrotados? estos gobiernos que están llegando en este momento nos están haciendo pensar de alguna manera en una transformación del país”, recalca Alejandro Arias.
IPR
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